Por: Vicente Fox Quezada
Estamos aquí para debatir sobre inmigración. Un tema estratégico, para ambas naciones que son tierra de migrantes. Hemos crecido y hemos sido exitosos por esta gran comunidad de migrantes, quienes han venido a compartir el sudor, el trabajo duro, el esfuerzo, el sacrificio y los frutos de la prosperidad y la búsqueda de la felicidad.
Escuchando a Donald Trump una vez más, hoy quisiera agradecerle por sus declaraciones hechas en Junio del año pasado; cuando comenzó su carrera por la presidencia de los Estados Unidos.
Como mexicano, estos comentarios son vergonzosos y altamente ofensivos. A pesar de ello, quiero agradecer a Trump por estos comentarios. Gracias a ellos, México está hoy bajo los ojos del mundo. Los ciudadanos americanos están cada vez más conscientes de las contribuciones y la lealtad de los migrantes mexicanos.
Gracia a usted, Sr. Trump y a sus comentarios racistas e ignorantes, puedo decirle al mundo con un especial orgullo que ¡soy MEXICANO!
Nos has llamado “problema”. Has prometido construir un muro entre México y los Estados Unidos ¡Bien por ti! ¡Malo para los contribuyentes americanos! Ya has logrado lo que querías, un muro enorme que no te permite ver la grandeza de nuestro país y de nuestra gente.
Tomemos Hollywood por ejemplo: un mexicano ha sido el único que ha recibido el premio Oscar tres veces consecutivas y dos directores mexicanos han sido ganadores del premio de la Academia en los últimos años. El talento de nuestros actores y actrices han llevado el nombre de México a las pantallas grandes del mundo entero.
Puedo hablar de ciencia y tecnología, por ejemplo: Héctor García Molina, el profesor mexicano que aconsejó en la creación de Google y Cisco ¿Sabías que en el Torneo Internacional de Robótica del año pasado los ganadores fueron cuatro jóvenes brillantes mexicanos?
Puedo seguir hablando de nuestros artistas e intelectuales: Octavio Paz, Ángeles Mastretta, Carlos Fuentes. Nuestros pintores: Frida Kahlo, Orozco. Nuestros muralistas, nuestros músicos, nuestros atletas.
Puedo hablar de la gran calidad de trabajo de millones de mexicanos en los Estados Unidos y en el mundo. Tengo una cosa más y muy especial, de la que quiero hablar: Ohio, U.S.A., es la tierra donde nació mi abuelo, José Fox.
Decidió emigrar a México en la búsqueda de su sueño americano. El cual encontró en Guanajuato, México; donde se estableció y se casó con una dama mexicana, iniciando una familia que sigue aquí después de cinco generaciones.
Murió siendo orgullosamente mexicano. Aprendió a querer esta gran nación y su gente. Nos enseñó sobre el trabajo duro, a amar al próiimo, amar a México y a los Estados Unidos.
Pero tu no vas a ver nada de esto, porque tu muro es uno más grande e innaccesible que cualquier muro de concreto. Es un muro mental, que no te permite ver más allá de las actividades de nuestros países, no nos puedes ver como amigos, como vecinos ni como socios.
Hoy dices que los mexicanos somos criminales y violadores ¿Qué dirás del resto del mundo mañana?
Si construimos muros frente a todo lo que es desconocido para nosotros, estaremos obligados a vivir en ignorancia y sin la experiencia humana de compartir. Por esto le pido a todos los mexicanos, cuidadnos americanos y al resto del mundo, que nos unamos en contra de la intolerancia y el racismo.
¡Construyamos puentes, no muros!
