Factor entre dos
Por: José Efraín Caballero Sevilla
El ejercicio democrático de la consulta ciudadana, independientemente del resultado que se dio, es un parteaguas en nuestra historia, donde antes no existía la manera en la que el pueblo ordenara a sus autoridades acciones a nivel de mandato, como se ha dado por primera vez este 1° de agosto.
Un antes y un después, en que la ciudadanía ha tomado las riendas de su destino, y ahora se convierte directamente en mandante, sin necesidad de la interlocución del mandatario o de cualquier otra autoridad.
El gran perdedor, en este ejercicio no son los ex presidentes, es el sistema político – administrativo, añejo e inoperante que a golpe de autoridad, se ve subordinado de manera directa, por los verdaderos dirigentes del país, que somos todos los mexicanos.
La acción o inacción, quedó depositada de manera democrática por la participación ciudadana, y en adelante, solo los que han perdido ese coto de poder, son los que se lamentan ante esta nueva herramienta de los ciudadanos.
Mientras tanto en Tamaulipas, se dio una escaza participación en el ejercicio, quedando nuestro Estado entre los que menos ciudadanos acudieron a aportar su decisión en el pais.
En Tamaulipas queda exhibido un gran perdedor, y es el Senador Américo Villarreal Anaya, quien estuvo promoviendo en nuestra entidad de manera muy activa, la participación ciudadana en la consulta contra los ex presidentes; obteniendo un duro revés ante su bajísimo nivel de convocatoria como ha quedado de manifiesto al final de la jornada.
Ruedas de prensa en las principales ciudades, ostentando su cargo como Senador, malograron una nula respuesta de los tamaulipecos, dejándolo como un pobre interlocutor del gobierno federal en la entidad.
Queda de manifiesto que las encuestas “patito” son solo ficción y propaganda pagada; que en la realidad el nivel de aceptación del Senador es muy bajo, y pocos ciudadanos son los que están pendientes de sus dichos o invitaciones.
La cargada que lo mantiene presuntamente como quien va arriba, solo viene de las altas esferas de alguien que lo mencionó como quien sería el “próximo gobernador” haciendo uso faccioso de su posición, y faltándole al respeto al resto de los contendientes, siendo Juez y parte.
Los tres años de abandono en que tuvo al Estado, donde nunca se le vio preguntarle a los tamaulipecos cuáles eran sus necesidades, o hablar a nombre de ellos, le han cobrado factura y queda como un débil candidato, ya que quienes mandan y dan su sufragio, le regresan la afrenta: ni lo ven, ni lo escuchan.
Le comentare amigo lector en otro orden de ideas, que algunos actores políticos del morenismo que están pugnando por su nominación como candidatos a la gubernatura, han manifestado su inconformidad ante el método de selección de las encuestas, ya que las consideran poco claras y muy factibles de ser manipulables.
Es lógica esa posición, ya que el propio líder moral de Morena, el Presidente Andrés Manuel López Obrador, sufrió de manera reiterada ante estos instrumentos de medición, que siempre lo colocaban muchos puntos porcentuales por debajo previo a las elecciones, y quedando evidenciadas posteriormente como inexactas y manipuladas, pretendiendo mal informar a la opinión pública.
Si Morena pretende lograr la victoria en la entidad en el 2022, deberá jugar con reglas claras y sacar la mano de quienes pretenden imponer a sus favoritos, porque cabe recordar que son menos de 100 mil votos de diferencia con los que ganó en el Estado, y una fractura al interior le traería una derrota electoral; y que necesidad de perder un estado que se posiciona actualmente en una muy posible alternancia el año entrante.
Querido lector, le deseo un excelente inicio de semana.
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