DEL ABOGADO AMIGO
Luis Torre Aliyán
El Comité de Comités
“Esta disque es casa en Puebla de Global Telecommunication Group, empresa que ganó contrato por 30 millones de pesos en nuevo aeropuerto CDMX: (foto)”
“En Google Maps aparece que Global Telecommunication Group está en Coyoacán, CDMX. No precisa domicilio y en teléfono no dan información”
“Por curiosidad, llamen a Global Telecommunication Group. Ofrezcan servicios laborales. Verán lo que responden. Teléfono (55) 5534-5206”
“¿A qué huele Global Telecommunication Group? A empresa fantasma. ¿Para qué propósito? Para apropiarse indebidamente de dinero público.”
Así lucen los últimos mensajes de la cuenta (pública) de Twitter, del abogado Luis Pérez de Acha, uno de los cinco integrantes del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Nacional Anticorrupción.
¿Puede otro ejemplo ser más claro de la razón por la que el Senado de la República ha aplazado tanto el nombramiento del Fiscal Anticorrupción?
Hay miedo en las esferas de la clase política. Jamás pensaron que los ciudadanos lograríamos que el Comité de Participación Ciudadana se convirtiera en el Comité de Comités. Le explico, estimado lector:
Permítame ponérselo así: para que funcione el Sistema Nacional Anticorrupción hay dos Comités: 1) el de Participación Ciudadana, y 2) el Comité Coordinador.
El primero lo integran ya, cinco ciudadanos ejemplares, de ética probada (quienes se encargarán de vigilar a quienes integran el Comité Coordinador, en otras palabras: serán ellos cinco quienes ejercerán presión ciudadana para que sí sea real el Sistema), y el segundo, lo integrarán el Fiscal Anticorrupción (quien se encargará de señalar e investigar los actos de corrupción) y otras autoridades, como el Auditor Superior, Magistrados especializados en la materia, etcétera.
Hoy por hoy, repito, tenemos ya un Comité de Participación Ciudadana, a la altura de lo que merecemos los mexicanos, y de ahí el retraso del nombramiento del Fiscal: la clase política sabe que ante la capacidad y compromiso de los cinco integrantes de este Comité, sea quien sea el Fiscal tendrá que dar resultados (en la inteligencia de que “dar resultados” significa levantar la alfombra).
Y es que, me atrevo a decir, por primera vez en la historia de nuestro país, éste es un Comité de verdad, y cuando digo de verdad no me refiero a que tenga cabida jurídica y un fin dentro del Sistema, pues la integración de otros Comités ciudadanos en otras instituciones gubernamentales también obedecen y actúan derivado de un ordenamiento jurídico; me refiero a lo más importante: que las personas que lo conforman tienen solvencia moral en el tema y son valientes naturales -sumándole a ello que llevan reforzada tal valentía por la fuerza que les da ser los representantes de este histórico hartazgo social-.
Claro que en todo el país hay quienes no creen que funcionará el Sistema –y con comprensible razón: hemos vivido en años y años y más años de simulación-, y estos, se preguntan: ¿Cuál es la diferencia del Sistema Nacional Anticorrupción con la Procuraduría de Justicia actual, si, casi todos los delitos relacionados con corrupción (cohecho, peculado, malversación de fondos públicos, ectétera) ya existen, y podían ser perseguidos por los Ministerios Públicos actuales?
Les respondo: la diferencia es la especialización en la materia, pero sobre todo, la presión que ejercerá el Comité de Comités a quien resulte Fiscal Anticorrupción. ¿Y al Comité quién le ejercerá presión? Nosotros y los medios de comunicación. Es un círculo virtuoso: sí va a funcionar.
Lo dejo recordándole que es importantísimo que en los siguientes meses, en Tamaulipas también logremos integrar un Comité de Participación Ciudadana de equivalente nivel para nuestro Sistema Local.