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“El Autódromo de Monterrey no quiere responsabilizarse de su negligencia” -Joel Bortoni

 

Redacción y fotografía: Redes Sociales
Monterrey, NL.- El día de ayer el tío del joven que falleció el pasado fin de semana en el Autódromo de Monterrey escribió por medio de las redes sociales lo siguiente pidiendo firmar una petición que está vía electrónica para que se haga justicia y se extremen precauciones en el Autódromo de Monterrey.
“Hola a todos, soy Joel Bortoni, y el pasado 16 de mayo mi familia fue víctima de una gran tragedia.
Por varios años hemos disfrutado del deporte automovílistico y hemos sido asiduos participantes en eventos de cuarto de milla. El sábado 16 de mayo nos encontrábamos mi papá, mi hermano, mi sobrino, amigos de la familia y yo en el Autódromo Monterrey para participar en su Segunda Etapa del Campeonato Divisional. Recién terminamos de instalarnos, mi papá y mi hermano se dirigieron a la pista para realizar su primera prueba de calificación. Mi hermano regresó al poco tiempo; sin embargo, no pudimos dejar de notar el hecho de que mi papá y mi sobrino, quien iba a remolcar su coche con ayuda de una cuatrimoto, no regresaban después de varios minutos.
Nos llevamos un enorme impacto al enterarnos que mi sobrino había sido chocado de frente, alrededor de las 14:00 horas, por una camioneta que invadía su carril en el área de retorno y que circulaba fácilmente a más de 60 km/h, según su testimonio (siendo 30 km/h la velocidad máxima que los organizadores del evento fijan para ésta área a manera verbal y en su reglamento, ya que la pista no cuenta con ningún señalamiento). La muerte de mi sobrino no sólo se debe al descuido del piloto Omar Everardo Galindo Estrada, sino también a la negligencia y falta de elementos de seguridad sobre la pista, ya que a pesar de ser un elemento que se exige en este tipo de eventos, en los que sabemos que los accidentes ocurren, no había ningún equipo de rescate ni primeros auxilios (equipo de seguridad de pista por parte de los organizadores, paramédicos ni bomberos) para atender a mi sobrino en el momento del choque.
Las pistas que la empresa DIPSA tiene bajo su cargo para realizar eventos de cuarto de milla no son pistas especializadas, no tienen la infraestructura que corresponde y es necesaria para desarrollar un evento automovilístico de tal categoría. Son pistas de circuito que ellos adaptan para eventos de arrancones y que por lo tanto no cumplen con la reglamentación de seguridad de pistas avaladas por organismos internacionales. En México, DIPSA es juez y parte en la sanción de estos eventos; ellos son la institución y contacto de la Comisión Nacional de Aceleración en la FEMADAC (Federación Mexicana de Automovilismo Deportivo, A.C.) y por lo tanto esta empresa puede omitir todos los aspectos de seguridad que a las demás pistas del país les exigen.
Mi sobrino fue atendido por mi papá, quien lo vio tirado sobre el asfalto y bajo un sol inclemente durante aproximadamente 30 minutos en lo que aguardaban el arribo de una unidad de equipo médico. Sobra decir que el doctor que atendió a mi sobrino me hizo saber que llegó al hospital sin signos vitales.
Mi familia el día de hoy se encuentra de luto, y comprendemos los riesgos que existen al ser partícipes de este tipo de eventos para los pilotos sobre la pista; riesgos que no deberían existir para los mecánicos, ayudantes, ni espectadores en áreas ajenas al desarrollo de las carreras, ya que para todos los pilotos es por demás sabido que la carrera concluye al cruzar la meta.
El Autódromo Monterrey no quiere responsabilizarse de su negligencia, incluso culpando a mi padre. Éste es un hecho que se ha estado siguiendo durante los últimos días en los medios y al principio la única versión existente era la que Jorge Torres, director de la empresa DIPSA, reveló a los medios, llegando a incriminar a mi papá diciendo que el choque había ocurrido entre vehículos del mismo equipo. No sólo esto, el Autódromo no fue siquiera capaz de reportar el accidente, dado que las autoridades municipales de Apodaca tuvieron que enterarse por el reporte que realizó el personal que nos recibió en el hospital. La primera vez que acudieron a las instalaciones, horas después de que mi sobrino hubiera fallecido, César Alejandro Cepeda, encargado del autódromo, negó que hubiera habido un accidente y les negó la entrada. No fue sino hasta las 21:30 horas aproximadamente que de nuevo se presentaron autoridades en las instalaciones y, atendidos de nuevo por César Alejandro Cepeda, se les confirma de un accidente y se les da acceso a las instalaciones, una vez que el personal del Autódromo había recogido ya todo. El piloto que chocó contra mi sobrino fue presentado ante un médico alredeor de 8 horas después del accidente, por lo que su resultado de nulo alcoholismo tiene sus reservas de credibilidad, y no podemos descartar la posibilidad de que el piloto hubiera estado ebrio, esto como consecuencia al tiempo que César Alejandro Cepeda dejó transcurrir al negar la existencia de un accidente en primer lugar.
Jorge Torres, César Alejandro Cepeda, Gilberto Jiménez (dueño de DIPSA) y demás personal del Autódromo Monterrey el día de hoy quieren pasar por alto el fallecimiento de una gran persona, Juan Gerardo Bortoni Martínez, y quieren hacer como si no hubiera pasado nada. Yo les digo que esto no va a ocurrir. Tenemos los medios y ya estamos procediendo legalmente en contra de todos aquellos que resulten responsables, y vamos a ir con todo por las falsas declaraciones y los rumores que cobardemente han estado esparciendo con tal de hacerlos parecer a ellos víctimas y a nosotros tontos.
No somos tontos. Mi familia ha participado en este tipo de eventos durante muchos años. Conocemos el negocio. Incluso hemos dedicado recursos de nuestra familia para desarrollar instalaciones de gran calidad y alta seguridad para pilotos como nosotros en nuestra localidad de Monclova, Coahuila. Estamos concientes de que los accidentes ocurren, pero a diferencia de DIPSA, nosotros no nos acobardamos ante ellos porque sabemos responder a ellos.
Nuestras metas:
– Cerrar las instalaciones del Autódromo Monterrey por ser un lugar inseguro para practicar este deporte.
– Un proceso penal claro y justo en contra de Omar Everardo Galindo Estrada.
– Un proceso administrativo en contra de DIPSA por negligencia, en el cual procuraremos que todos los responsables sean llevados ante la ley.
– Una disculpa pública por parte de Jorge Torres por querer incriminar a mi papá; de César Alejandro Cepeda por mentir, esconder hechos, ocultar personas y obstruir investigaciones; y de Gilberto Alejandro Jiménez Maldonado por no saber delegar responsabilidades a personas íntegras y permitir que su nombre sea manchado.
– Invitar a los pilotos a que promuevan el tener una pista adecuada en su ciudad para el sano desarrollo de este deporte por su seguridad y la de todos los que disfrutamos de este deporte.
Nuestros motivos:
– No permitir que la muerte de una gran persona sea menospreciada.
– No dejar que una institución como DIPSA pueda seguir dañando a familias (han existido 3 fallecimientos en el Autódromo Monterrey en los últimos 5 años).
– Permitir que la sociedad se entere del tipo de personas (avaras y con poco respeto por la vida humana) que dirigen este tipo de eventos de esta empresa.
Por su colaboración para hacer llegar este mensaje a toda nuestra sociedad, les agradezco eternamente. Su apoyo para poner presión ante estas personas y las autoridades será más que suficiente para ayudarnos en estos momentos de crisis.”

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