Factor entre dos
Por: José Efraín Caballero Sevilla
El aumento gradual en la falta de cultura cívica
En los últimos meses, hemos visto a través de los diversos medios de comunicación, escenas sobre la creciente ola de saqueos que ha sufrido el transporte público de carga, al haber tenido el infortunio de sufrir percances en el trayecto rumbo a su centro de comercialización.
Es muy notable, el cambio de conducta de los ciudadanos con respecto a lo que acontecía hace algunas décadas; lejos de prestar auxilio a las víctimas, hoy en día se busca sacar provecho de la desgracia ajena, y claro, no es algo generalizado, pero se está dando de manera recurrente en las carreteras Mexicanas.
La rapiña se da como la falta de cultura ciudadana, que en su definición señala: “el conjunto de valores, actitudes, comportamientos y normas compartidas que generan sentido de pertenencia, impulsan el progreso, facilitan la convivencia y conducen al respeto del patrimonio común, está basada en la solidaridad, la tolerancia, el respeto y la convivencia pacífica.”
Este tipo de conductas antisociales, se da por esta falta de valores, además de la impunidad consecuente al ser actos delictivos, que en la mayoría de los casos no se sancionan por la autoridad judicial.
México se encuentra en el ranking de los países más corruptos del mundo; en el indicie de percepción de la corrupción, estamos en 29 puntos, en una escala del 0 a 100 donde 0 es la peor evaluación, y 100 es la mejor.
Una máxima muy conocida en nuestro país dice “el que no tranza no avanza” y esta es una situación que se ha podido comprobar también dentro del sector público, ya que se encuentran en procesos judiciales diversas figuras políticas, lo que hace ver que este fenómeno ha permeado en los diversos ámbitos y no distingue de clases sociales ni económicas.
Otro dato nada alentador, indica que las dadivas o “mordidas”, para acceder o facilitar 35 trámites en nuestro país, alcanzaron los 35 mil millones de pesos en los últimos años. El CCE ha señalado que la corrupción cuesta 1.5 billones de pesos al año, cifra que constituye 10% del PIB.
El organismo no gubernamental Transparencia Internacional, ha hecho una serie de recomendaciones para tratar de contrarrestar este problema, entre las que señala crear la fiscalía anticorrupción autónoma, para que esta no dependa de intereses políticos ni privados.
Contamos en el marco del Artículo 3° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la Ley General de Educación, que indica que la educación que imparte el Estado debe de contribuir al desarrollo integral de los individuos con el fin de que ejerzan plenamente sus facultades”.
A pesar de que está estipulado en la constitución, son pocas las instituciones que imparten una educación integral. Esto va aunado a la necesidad de que desde la familia se empiecen a reforzar estos valores.
En tanto, el Gobierno Federal ha creado “La Cartilla Moral” Se trata de un documento cuyo objetivo es “moralizar la vida pública de México”, el cual contará con un primer tiraje de 8.5 millones de ejemplares. “Fortalecer los valores culturales, morales, espirituales; no sólo lograr el bienestar material, sino también el bienestar del alma” señaló el Presidente Andrés Manuel López Obrador en su presentación.
Dice en su introducción, que esa guía moral se trata de una herramienta para los mexicanos ante la “decadencia” que vive el país producto de la corrupción, la falta de oportunidades y la pérdida de valores.
Estas son algunas acciones que pretenden cambiar gradualmente la crisis de valores que se vive; las cuales creemos que serán insuficientes, si estas no se aplican a la par de la justicia social, y la colaboración de todos los sectores sociales en pro de la educación cívica, tan necesaria hoy en México.
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