El descarrilamiento de un convoy del Tren Interoceánico del Istmo de Tehuantepec ocurrido este domingo en la comunidad de Nizanda, Oaxaca, vuelve a cuestionar y poner en duda la calidad, la seguridad y la viabilidad de los grandes proyectos de infraestructura impulsados por el gobierno federal bajo la bandera de la 4T.
Al menos 20 personas resultaron heridas, por lo que se exigió la suspensión inmediata de operaciones hasta que se realice una investigación técnica exhaustiva que determine las causas del accidente.
El descarrilamiento del Tren Interoceánico se suma a una lista creciente de fallas en proyectos públicos recientes que, lejos de ser el símbolo de progreso prometido por la 4T, exhiben evidentes problemas de calidad, supervisión deficiente y planeación técnica insuficiente.
“El accidente —dijeron legisladores del PAN— muestra un riesgo latente para la población y evidencia que estos megaproyectos se inauguran sin la debida planeación técnica ni la garantía de seguridad para los usuarios”.
Este incidente ocurre apenas unos meses después de que diversas voces opositoras y expertas documentaran numerosas fallas operativas y descarrilamientos en el Tren Maya, una de las obras insignia de la 4T.
Desde su inauguración en diciembre de 2023 el Tren Maya ha sufrido al menos 45 fallas técnicas, incluyendo tres descarrilamientos graves en Tixkokob, Bacalar e Izamal.
Un patrón que se repite: obras mal planeadas y con fallas recurrentes
Los críticos señalan que este tipo de accidentes es sintomático de un patrón más amplio: proyectos emblemáticos promovidos con bombos y platillos que se han construido de manera apresurada, con sobrecostos desmedidos y sin cumplir con estándares técnicos mínimos.
Grandes fallos en las Obras del Bienestar:
•? ?Tren Maya: Más de 45 fallas operativas en menos de dos años, múltiples descarrilamientos parciales y deficiencias técnicas señaladas por expertos, lo que ha llevado a cuestionar su viabilidad y seguridad.
•? ?Refinería de Dos Bocas: El proyecto petrolero ha enfrentado sobrecostos y retrasos, con evaluaciones periodísticas que lo colocan muy por encima de sus estimaciones originales, sin que se haya demostrado su eficiencia económica ni operativa.
•? ?Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA): Su utilidad y rentabilidad operativa han sido puestas en duda, con cifras que muestran pérdidas continuas y cuestionamientos sobre si realmente descongestionó el tráfico aéreo de la Ciudad de México.
•? ?Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec: El proyecto ha presentado fallas estructurales, como colapsos de túneles y cierres de tramos clave, lo que impide el flujo eficiente entre los océanos Pacífico y Atlántico y castiga la inversión pública.
Estos proyectos, promovidos como la apuesta de infraestructura que transformaría la economía del país, han sido criticados por su falta de transparencia, planificación técnica deficiente y constante escalada de costos, incluso cuando ya estaban en operación o construcción avanzada.
Consecuencias y exigencias
Tras el descarrilamiento del Tren Interoceánico, diputados de oposición exigieron no solo la suspensión inmediata del servicio, sino también que se formen comisiones independientes que revisen la viabilidad, seguridad y transparencia de estos megaproyectos, con sanciones claras para los responsables de las fallas técnicas.
Además, se han presentado iniciativas en el Senado para que el gobierno federal rinda informes detallados sobre el uso de recursos, el mantenimiento, los fallos técnicos y las responsabilidad administrativas derivadas de estas obras, con miras a garantizar que no se repitan tragedias evitables.
El descarrilamiento del Tren Interoceánico se suma a una lista creciente de fallas en proyectos públicos recientes que, lejos de ser el símbolo de progreso prometido por la 4T, exhiben evidentes problemas de calidad, supervisión deficiente y planeación técnica insuficiente.