Por : Hugo Díaz
PARALAJE
De acuerdo con datos recientes (2016) de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica en México, nuestro pais está considerado entre los primeros cinco con más boletos de cine vendidos, en el mundo.
Este organismo independiente y autónomo cuenta entre sus filas a todas aquellas personas físicas y/o morales que tienen que ver con la indistria cinematográfica, y por más de siete décadas ha incidido en el desarrollo de las empresas de sus asociados como cualquier organización de este tipo.
Por otro lado se tiene al Instituto Mexicano de Cinematografía organismo descentralizado del gobierno federal que se encarga de impulsar el desarrollo de la actividad cinematográfica nacional a través de programas de estímulos a creadores nacionales con fondos provenientes del erario.
Producto de este apoyo en México se produjeron tres películas por Luís Estrada, “El infierno” y “La ley de Herodes”, mientras que la película “La dictadura perfecta” se hizo con apoyo del EFICINE a través de un estímulo fiscal del artículo 226 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta.
Con ello se sabe, se financiaron con dinero del erario tres películas que retrataron, de una manera sátira pero muy apegada a la realidad, de acuerdo con especialsitas, la forma en que nuestros políticos actuan desde el poder público.
Lo anterior a propósito de la pregunta ¿tendremos película durante este sexenio? No sería extraño pensar que ya más de dos productores, estén hilvanando algunas ideas para producir una cinta en la que se retraten varios de los capítulos que a diario genera 4T. ¿Ideas?, por ejemplo el rescate de los mineros de pasta de conchos que ahora dice la secretaria del trabajo que se logrará en el 2028, el ridículo manejo de la pandemia por COVID-19, la rifa del avión (sin avión), el circo en el senado para elegír a la “maestra” Rosario Ibarra –militante de morena- como titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, y los que se acumulen.
Todo parece indicar que la mesa está servida; y con un elenco en el cual sabemos no estarán Damián Alcázar, Sergio Mayer, tampoco María Rojo, ni el “productor incomodo” pensamos se puede armar un proyecto cinematográfico digno de algunos reconocmientos, al menos por el de los amantes del cine mexicano.
Sin embargo con lo declarado por María Novaro directora del IMCINE con relación a los recortes presupuestarios producto de la política de austeridad del gobierno federal que inluso la obligó a regresar seis millones de pesos, y la requisa de las computadoras a ese instituto y otras dependencias, los tiempos están muy difíciles.
Imagine una escena con los damnificados del huracán Hanna y después de un fundido en rojo aparezca AMLO – a su espalda el avión presidencial – diciendo “hoy les pido unicamente preguntas sobre el avión presidencial”.
Diría María Novaro “está cabrón”.