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De lo más violenta en ‘American Ultra’

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De lo más violenta en ‘American Ultra’

 

 

Tras protagonizar “Adventureland” en 2009, Kristen Stewart y Jesse Eisenberg se reencuentran en “American Ultra”, un film que de entrada mantiene la línea del romance “indie” de su anterior película juntos, pero que rápidamente vira hacia la comedia de acción y se convierte en algo muy diferente.

“Piensas que va a ir en una dirección totalmente distinta cuando de pronto [Jesse] mata a tres tipos con una cuchara y somos atacados por el Gobierno”, explica Stewart.

“American Ultra”, narra la historia de un joven atrapado en una pequeña ciudad, donde pasa el día fumando marihuana junto a su novia y dibujando cómics sin ninguna aspiración, y que de repente se ve perseguido por la CIA.

La actriz, que se dio a conocer en todo el mundo gracias al éxito de la saga “Twilight”, salta por primera vez al terreno de la acción, pero lo hace en una película que, según destaca, presta mucha atención a los personajes y que mezcla las peleas y explosiones con el humor y el romance.

El resultado es una combinación de humor, violencia y personajes muy especiales que recuerda a ciertas películas de culto.

 

“Creo que es una película que puede atraer a mucha gente, pero es tan inusual que creo que el público va a sentir como si fuese algo suyo”, dijo Eisenberg, a quien pronto veremos como el villano Lex Luthor en “Batman v Superman: Dawn of Justice”.

Stewart y Eisenberg pasan buena parte del film sorprendidos por la acción, prácticamente preguntándose qué está ocurriendo a su alrededor, una sensación que los dos jóvenes intérpretes dicen sufrir a menudo en la vida real como consecuencia de la fama.

“Estamos expuestos a una respuesta tan masiva” que “resulta apabullante y confuso y desorientador“, explica Stewart, de 25 años.

Según Eisenberg, trabajando en Hollywood es fácil ser malinterpretado.

“A veces la gente escribe de nosotros como si fuésemos Gadafi, como si lo que hacemos justificase una gran respuesta pública, cuando lo que hago en mi vida personal merece cero atención. Y lo que hago profesionalmente, justifica una respuesta moderada”, dice