EN PRIVADO
POR: JOSE ALFREDO TRETO
En México, donde todo mundo habla, propone, promete y no cumple, existen problemas que afectan a miles de mexicanos la seguridad, transparencia, empleo, liquidez, esperanza y un futuro prometedor salarial, donde están nuestras Autoridades, Políticos, Diputados y Senadores que no se ven.
Nuestro hermoso país, por ese paso, sigue hundido en la mediocridad, por ellos, lo lamentable es que vienen “otros’’. Y sí hay algo que podemos hacer. Vean su perfil y si cumplieron la transparencia a lo que están obligados, crucen su voto. ¡Ojo! Cuidado tenemos ahora los gobernantes que “merecemos’’, sino son los que ponemos.
Para nuestro gobierno, nunca ha sido una prioridad, el combate a fondo de la corrupción, la verdad es que a los políticos y todos los partidos, el recién aprobado sistema anticorrupción les molesta, y si lo aprobaron es porque ya no tenían de otra ante el desprestigio de su actividad, ya era justo y necesario poner obstáculos y evitar que se siga haciendo lo que durante años han estado haciendo: robar al erario, aprovecharse de sus posiciones para enriquecerse indebidamente, y no sólo ver el comportamiento de los funcionarios, sino incluso de los particulares que se coluden con ellos y engañan para robar.
Como sea, si hay voluntad política como requisito y mucha presión ciudadana indispensable para que no congelen o desvirtúen el objetivo, este sistema tal vez sea el mayor aporte que se haga en el actual sexenio, más importante que la reforma energética o la educativa.
Ya que nos fuimos con la finta, con la detención de la sinverguenza cacique del sindicato de maestros, Elba Esther Gordillo Morales, sería el arranque de una consistente campaña contra políticos y servidores públicos implicados en corrupción. Ya se vio que no fue así, de otro modo, Gordillo no habría sido la única sino la primera de entre una buena cantidad de dirigentes sindicales, alcaldes, diputados, senadores, gobernadores, secretarios y ex presidentes que deberían estar en la cárcel.
Todo el régimen está chorreando corrupción, y no podemos esperar que la misma clase política (de todos los partidos) que se beneficia de esta actividad vaya a tomar las medidas necesarias para combatirla y erradicarla.