La transición del invierno a la primavera es agradable. Pero para algunas personas trae aparejadas varias cosas negativas que no alcanzan a compensar los capullos de flores bonitas , los días soleados y las mangas y faldas cortas, pues el drástico cambio del día a día en la temperatura de alguna manera arruina su sistema inmunológico, lo que las hace más vulnerables a los virus. ¿Por qué nos enfermamos más en los cambios de estación? ¡No dudes en seguir leyendo!
Razones por las que nos enfermamos en el cambio de estación
Pero, ¿es realmente cierto que el cambio estacional en esta época del año puede costar días de enfermedad? Sí, pero está impulsado por el comportamiento de la gente en primavera y no por ninguna causa biológica. “A medida que el clima se calienta, la gente empieza a salir más y se vuelve cada vez más social: grupos de personas se reúnen y están físicamente cerca uno del otro”, dice Marc I. Leavey, MD, un médico de atención primaria del Mercy Medical Center en Baltimore.
El otro factor que podría perjudicarnos en primavera es el cambio constante y extremo de temperatura, por ejemplo, 25 grados un día y luego el siguiente apenas por encima del punto de congelación. Quizá algunos de estos cambios nos sorprendan con ropa poco apropiada como para protegernos de las inclemencias del tiempo. Según el doctor Leaviey “el salir en un día frío cuando se está usando ropa más apropiada para un día cálido puede alterar el sistema inmunológico, haciéndonos más susceptibles a enfermarnos”.
¿Cómo evitar esta situación?
Con esto en mente, el truco para evitar un resfriado de primavera es vestirte de acuerdo con la temperatura real fuera y no dejar que la fiebre de primavera te obligue a ir a trabajar en un vestido y sandalias y luego lamentarlo al atardecer cuando descienda la temperatura.
Otra idea excelente es usar ropa “en capas” que se puedan eliminar si hace calor por la tarde y ponerlas de nuevo si sales en la noche y el aire está frío. Además, hay que guardar una sombrero de invierno o una bufanda en el trabajo o en el coche en caso de cambios drásticos de temperatura, y si estás sudando al aire libre recuerda que no es verano y que los pantalones y las mangas largas siguen siendo una opción inteligente al atardecer en el otoño.
Y si quieres mantenerte sana todo el año, por favor nunca olvides esta regla de oro: lávate las manos con agua potable y jabón con frecuencia y siempre antes y después de tocarte la nariz, los ojos o la boca.