Por: Nazario Assad
Pocos jugadores han pasado del cielo al suelo de forma estrepitosa como Cameron Jerrell Newton, mejor conocido por nosotros como Cam Newton, SuperCam, o SuperMan en la NFL. Seleccionado por las Panteras de Carolina como primera selección global del año 2011, Newton llegó a Carolina con la encomienda de devolver a la franquicia a los primeros planos, ya que de desde las épocas de Jake Delhomme en 2003, cuando perdieron el Super Bowl contra los Patriotas de Nueva Inglaterra, no han podido figurar.
Llevando una carrera ascendente durante sus primeras temporadas, Cam Newton llegó a su tope de rendimiento en 2015, cuando logró ser el jugador más valioso de la liga, y llevar a Carolina a jugar el Super Bowl con una marca combinada de temporada regular y playoffs de 17 juegos ganados y 1 juego perdido. Lastimosamente para Cam, no pudieron vencer a una de las defensivas más dominantes de la historia de la NFL como la tuvieron los Broncos de Denver ese año.
Hasta ahí, todo normal, si los más experimentados deportistas también pueden perder en algún partido grande, para los primerizos es normal les pueda cobrar factura la inexperiencia, eso se entiende, pero siempre están las formas, y esta derrota mostró un Cam Newton con falta de carácter, que lo llevó a un espiral descendente de rendimiento del cual no se ha podido recuperar.
Aunado a lesiones, cirugías, enfrentamientos muy cuestionables con la prensa, y baches de rendimiento colectivos de sus compañeros, lo que era un jugador de alto rendimiento constante, se convirtió en la viva imagen de la irregularidad, esto llevó a Cam Newton a perder su lugar como el jugador franquicia de las Panteras de Carolina, al grado de ser primero puesto como pieza disponible para intercambio con otros equipos, y después al no haber encontrado interesados, prefirieron cortarlo del equipo para no tener que incurrir en mayores gastos de su contrato.
Para mala suerte de Cam, su etapa como agente libre se cruzó con la pandemia del COVID-19, derivando en muchas complicaciones para su representante y para él, limitando los posibles intereses que pudieran salir de parte de la liga, ya que, al no poder estar viajando a hacer exámenes físicos, ni cualquier tipo de trabajo supervisado por los doctores de la NFL en las instalaciones de sus respectivos equipos, ningún equipo se animaba a contratarlo.
96 días después, Cam Newton por fin logró obtener una segunda oportunidad, nada más y nada menos que en los Patriotas de Nueva Inglaterra, bajo el mando del considerado mejor entrenador de la historia de la NFL, Bill Belichick y precisamente en la primera temporada del equipo después de la gloriosa era que tuvieron con Tom Brady liderando al equipo, ganando 6 Super Bowls.
Nueva Inglaterra se ha caracterizado por ser una franquicia de oportunidades, donde jugadores talentosos con bajo rendimiento, problemas extra cancha, o situaciones de diferentes índoles que no les han permitido rendir a lo largo de su carrera, por lo regular logran cambiar de chip y entregar grandes resultados bajo la “Patriot Way”, una cultura de trabajo y disciplina constante implementada por Bill Belichick, apoyada por el dueño Robert Kraft, y el tranquilo entorno en el que se vive en el área de Foxborough, donde las tentaciones para los jugadores no son tantas como en otras ciudades.
Estos jugadores toman distintos caminos después de lograr volver a brillar, algunos suelen hacer carrera en el equipo, otros solo buscan un anillo de Super Bowl sabiendo de lo competitivo del equipo, y, por último, los que entienden que deben aprovechar la vitrina que se les presenta para revalorizarse y lograr contratos lucrativos cuando se conviertan en agentes libres. Estos últimos suelen ser una constante en el equipo, a sabiendas de que entran en una relación ganar-ganar el equipo y el jugador.
Sin embargo, desde que está Belichick en el equipo, esta es la primera ocasión que un quarterback llega para el puesto titular de este modo. Cam Newton llega a Nueva Inglaterra con un contrato de solamente 1 año, son el sueldo mínimo de la liga, y lleno de bonos por rendimiento los cuales se espera pueda lograr. Un contrato de este tipo es una muestra contundente para Cam, que esto es resurgir o morir para su carrera, ya que la posición de quarterback titular no perdona, y difícilmente se le presentara otra oportunidad de este calibre si no rinde.
Con un gurú ofensivo como Josh McDaniels al mando, y un Cam Newton sano con cualidades muy distintas a lo acostumbrado de ver los últimos 20 años en el equipo, podemos esperar un cambio importante en el estilo de juego del ataque aéreo y terrestre de Nueva Inglaterra, con jugadas más creativas de y de mayor movilidad. Cam Newton aterrizó en tierra fértil para renacer de las cenizas como el ave fénix y debe aprovecharlo, ya que por talento es uno de los jugadores más talentosos de la liga.
Nueva Inglaterra se encuentra con una situación histórica en la liga, sustituyendo un quarterback galardonado como el más valioso de la liga, con otro quarterback igualmente galardonado, ojalá Cam Newton cumpla con las expectativas generadas por su contratación, por el bien de él, de los Patriotas, y de los aficionados de la NFL que disfrutamos de ver jugadores talentosos como él.
Por último, como bono a toda esta situación, para el aficionado, esta contratación ayudará a alimentar el debate sobre quién fue más importante para los Patriotas durante su época dorada con el dúo entrenador-jugador más exitoso de la historia de la NFL, si Tom Brady, que ahora jugará para los Bucaneros de Tampa Bay, o Bill Belichick que se mantiene a cargo de los Patriotas, ya que ambos tienen suficientes armas para tener una temporadas muy competitivas y sumar créditos a su favor en la balanza.
