Por: Eusebio Ruiz Ruiz.
Como gobernante es propenso a la ira, muy vengativo y tiránico.
Impulsivo.
Tiene sus propias leyes, él las crea.
Él decide lo que es moralmente bueno o malo, según sea conveniente.
Reina sin misericordia, aunque no es rey.
Reacciona con furia cuando le hacen una mala jugada.
Para conservar la hegemonía utiliza la fuerza.
En el uso de la fuerza sostiene y ejerce su autoridad.
Listo para atacar, siempre a la defensiva.
A sus antecesores los tiene bajo su orgulloso yugo.
No tolera la desobediencia, castiga de manera severa cuando le desobedecen.
En todo momento tiene a sus servidores dispuestos a obedecerlo.
Abusa de su poder, es opresor.
Determina el momento de la muerte de los demás.
Es un amo duro que no debe rendir cuentas a nadie.
A la hora de la venganza se torna muy cruel.
El perdón no lo caracteriza.
Muy impaciente.
La justicia es su voluntad inflexible, que siempre la impone con cólera.
Busca un control absoluto, es poderoso y dominante.
Si alguien desafía su autoridad es castigado de manera implacable.
Practicante de un patriarcado puro, sin defecto y en su máximo nivel, no como el que critican las feministas.
Cuando él entra, todos deben ponerse de pie y permanecer así en su presencia.
Su pesada y brutal tiranía afecta por doquier.
Se distingue por su fuerza y brutalidad para gobernar, sin embargo, ambas características no son suficientes, se requiere de inteligencia, en esto no se distingue, es débil intelectualmente.
Por falto de inteligencia es el hazmerreír.
Desleal.
Glotón, libidinoso, incestuoso, conocido por su promiscuidad, seductor de muchas mujeres, algunas de ellas muy terrenales y otras muy “celestiales”, siete de ellas poseen el rango de esposas, ¡imagínese siete suegras!, la abundancia no siempre es buena.
Temeroso.
Tiene dos hermanos con algunas características muy similares, en más de una ocasión ha tenido serios conflictos con uno de ellos.
Su opositor le organizó un complot y lo amenazó con otro que lo despojará de la superioridad y de los honores, lo llevará a la ruina.
Que quede claro, estoy hablando de Zeus, el dios supremo de la mitología griega, el que así lo describe es el titán Prometeo.
