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Apuestas y ligas de fantasía: Su influencia en el aficionado, deporte, y medios

Por: Nazario Assad de León

En años recientes se ha cuestionado mucho sobre el grado de conocimiento sobre fútbol mexicano, tanto de su equipo, como de los rivales, que tiene el aficionado promedio, argumentándose que es significativamente menor al del aficionado mexicano promedio en otros deportes, especialmente en las ligas principales norteamericanas como el béisbol, básquetbol, y fútbol americano.

A pesar de concordar con la idea principal del párrafo anterior, creo existen diversos motivos poco mencionados pero muy importantes por los cuales se da esto, ninguno de ellos siendo culpa del aficionado al fútbol, ya que más bien, están afectados y en desventaja contra otros deportes por la poca oferta actual de elementos extra cancha relacionados al deporte, que suelen enganchar aún más al aficionado a dominar el deporte y forjarse una opinión propia sobre los rendimientos de equipos y jugadores, sin quedar a expensas de lo que digan únicamente los programas deportivos en televisión.

Factores como ligas de fantasía y apuestas deportivas llevan varias décadas arraigadas en el deporte estadounidense, especialmente la primera, donde en 2019 se tuvo registro de más de 60 millones de aficionados dentro de ligas de fantasía en Estados Unidos y Canadá.

Estas ligas, por su formato de juego, envuelven al aficionado en conocimiento, adentrándose en detalles como dominio de plantillas de todos los equipos de la liga, posiciones, estadísticas de cada juego, análisis de los rivales, entre otras tantas cosas que los lleven a poder ganar sus respectivas ligas, ya sean con dinero de por medio, por mera diversión, contra amigos o contra desconocidos.

Por otro lado, las apuestas deportivas también aportan mucho al aumento de conocimiento del aficionado, ya que, para no tirar su dinero perdiendo las apuestas, se requiere que este conozca tendencias de los equipos, estadísticas de juegos de visita o local, influencia de lesiones en los equipos, rachas históricas según rivales, promedios de anotación esperados, estadísticas personalizadas de rendimiento de los jugadores, estilo de juego de los equipos, y un montón de detalles según el tipo de apuestas en el que estén interesados.

Todo esto sin mencionar que, al día de hoy, la industria de las ligas de fantasía en Estados Unidos vale más de 7000 millones de dólares, y su crecimiento se mantiene constante, contando ya relevancia en las transmisiones de los partidos por parte de los comentaristas, contenidos especiales sobre el tema de manera regular en las cadenas más importantes de deportes con programas al respecto, o por medio de podcast, sitios de internet, y canales de YouTube especializados en la materia.

Por otro lado, la valuación de la industria de apuestas deportivas a nivel global en 2017 fue de 104,000 millones de dólares, y se espera que para 2024 crezca a 155,000 millones de dólares.

Su presencia ya la podemos ver en los patrocinios de distintos equipos del mundo, así como en las transmisiones de los partidos, o comerciales de televisión.

Para México, ambas industrias se encuentran en una etapa muy joven de desarrollo, por lo que no se ha podido reflejar aún el aumento de conocimiento indirecto que estas le generan en el aficionado.

Si bien por el lado de las apuestas sí hay mayor terreno recorrido, especialmente por Grupo Caliente, quienes básicamente dominan la materia de apuestas en el país, en una industria donde se mueven alrededor de 2,000 millones de dólares al año.

Tanto han crecido que hasta llegaron a tener por un momento tres equipos de fútbol mexicano, Xolos de Tijuana, Querétaro, y Dorados de Culiacán.

En el tema de las ligas de fantasía es donde está débil y lento el progreso, si bien para las ligas americanas sí hay un número de usuarios mexicanos en constante crecimiento, con sitios especializados como Estadio Fantasy, dirigido por Mauricio Gutiérrez, el único mexicano certificado por la Asociación de Escritores de Deportes de Fantasía (FSWA por sus siglas en inglés), contenido en los sitios oficiales de las ligas en español, o diversos podcasts independientes sobre esa temática que han ido cimentando su crecimiento.

Sin embargo, para cuestión del fútbol mexicano, volvemos al problema mencionado al principio de esta columna, el cual ha radicado históricamente en la poca oferta de plataformas de ligas de fantasía para el aficionado.

Inicialmente, el portal deportivo Mediotiempo.com en el año 2005 puso a disposición de la gente el producto llamado Liga Fantástica, con un formato similar al usado aún hoy de forma exitosa en Europa especialmente por la Premier League y la Champions League, donde con un presupuesto de por medio, se debía formar el mejor equipo posible para obtener la mayor cantidad de puntos y vencer a los otros usuarios registrados.

Este producto fue muy bien recibido por el aficionado por casi más de 10 años, aunque luego por cambios de administración fue retirada del mercado, dejando un vacío importante para el aficionado.

Otro longevo creyente de esta industria ha sido el Futbol Virtual de Grupo Reforma, donde para el torneo Clausura 2020 que fue cancelado, había 12,000 jugadores registrados en la plataforma. A estas ofertas, se han sumado ESPN, TUDN, y varios sitios que poco ha poco han ido sacando sus plataformas de juego.

Afortunadamente, para darle mayor empuje a estas industrias, algunas casas de apuestas han tomado el modelo híbrido que tanto ha funcionado recientemente en Estados Unidos, donde se hacen ligas de fantasía por semana, pero involucrando apuestas a modo de concurso dentro de ellas, este modelo liderado por los monstruos de la industria como lo son DraftKings y FanDuel. Dentro de México, sitios de apuestas como Strendus, Codere, entre otros, son los que manejan esta novedosa modalidad de juego.

Lo que antes era todo un tema tabú en el deporte, hoy en día es algo que el aficionado considera casi esencial para mantenerle su atención al espectáculo. Las apuestas y ligas de fantasía se han vuelto un gran aliado para los medios de comunicación y el deporte, quienes al parecer por fin están entendiendo que, juntos podrán llevar el espectáculo y el negocio muchos más lejos que si lo intentan separados.

El aficionado por su parte, aumenta sus opciones de entretenimiento y adrenalina durante los eventos, además de subir indirectamente su conocimiento deportivo, logrando llevar la conversación hacia un nivel más elevado y fundamentado.

Ojalá podamos ver cada vez mayor variedad de oferta y opciones dentro de estas industrias, ya que dan un valor agregado importante a la experiencia de vivir el deporte.

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