Todas amamos broncearnos y disfrutar de una bonita jornada en la playa. Sin embargo, muchas veces cometemos ciertos errores al momento de tomar el sol que pueden entrañar algunos peligros como los que te contaré a continuación…
#1 Olvidar el protector solar
Usar protector solar es obligatorio debido a que nos protege de los embates de los rayos UV de manera muy efectiva. ¡Esto no es para ti ninguna novedad! Seguramente, cuando llegas a la piscina o a la playa, lo primero que haces es usarlo pero, ¿y luego? Es importante que sepas que, para que el protector siga cumpliendo con su función, deberás volver a aplicarlo cada dos horas.
#2 Suponer que no necesitas protector
¡Qué gran error! Todos necesitamos protector solar, no importa qué tono sea el de tu piel. Hasta el cutis más oscuros necesitan protegerse de los rayos ultravioletas.
#3 Salir en las horas en las que el sol está más fuerte
Recuerda que debes evitar exponerte en forma directa a los rayos del sol desde las 11 de la mañana hasta las 3 de la tarde e incluso un poco más tarde. Lo mejor en ese momento es permanecer en un lugar a la sombra.
#4 Pensar que tu ropa te protege
No hay mayor error que ese, sobre todo si se trata de ropas oscuras pues absorben mucho más los rayos ultravioletas que las ropas claras, que tampoco son una garantía de protección. Lo mejor es estar siempre a la sombra.
#5 Tener la certeza que durante los días nublados el sol “no quema”
En los días nublados, los rayos ultravioletas también tienen un efecto peligroso en la piel. Por lo tanto, si sales durante una jornada cargada de nubes, no olvides nunca colocarte el protector solar.
#6 Creer que el bronceado falso proporciona protección solar
Este es otro error, pues el bronceado artificial no solo no protege de los efectos de los rayos ultravioletas, sino que además puede producirte irritación. Recuerda que a pesar de estar bronceada artificialmente, esto no impedirá que sufras graves quemaduras que pueden llegar a ser muy dolorosas y difíciles de curar.
#7 Pensar que no te quemas
Sea cual sea tu situación, debes recordar esto siempre: ¡no tienes coronita! El sol también puede afectarte y convertir un agradable día en la playa en una experiencia dolorosa. TODAS estamos expuestas a este tipo de quemaduras.
Ahora que ya sabes qué hacer cuando te bronceas, no dejes de cuidar y proteger tu piel.