Conocida también como “economía sumergida”, la informalidad engloba todas aquellas empresas y trabajadores que operan fuera de la regulación legal de un país. Esto lo explica la Dra. Yesenia Sánchez Tovar, investigadora de la Facultad de Comercio y Administración Victoria (FCAV) de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), en los canales de difusión de la División de Estudios de Posgrado de ese plantel.
Su exposición forma parte de la información que la FCAV difunde en la página de Facebook Posgrado FCAV en torno a los programas de Maestría en Dirección Empresarial y Doctorado en Ciencias Administrativas que imparte esa institución.
En ella, la especialista universitaria, doctora en Economía y Gestión de las Organizaciones, expone de manera simplificada la situación de la informalidad en México, donde este sector económico aporta el 23 % del producto interno bruto.
Destaca que el 55.8 % de la población mexicana labora en el sector informal y que las mujeres son las más ocupadas en actividades informales, al tener menos oportunidades en los mercados formales.
Coordinadora del Doctorado en Ciencias Administrativas e integrante del cuerpo académico Estrategias para el Desarrollo Regional, Sánchez Tovar detalla, aportando datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de 2020 y 2021, que los sectores con más informalidad son el comercio, la construcción y la manufactura.
Y en el mundo, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el 74 % de las pequeñas y medianas empresas son informales, apunta la experta, quien tiene nivel 1 en el Sistema Nacional de Investigadores.
La Dra. Yesenia Sánchez Tovar obtuvo en 2020 el Premio Universitario “Dr. Norberto Treviño Zapata”, que otorga la UAT, en la categoría Investigador Joven, en reconocimiento a sus estudios y aportaciones en el campo de la economía, la gestión de las organizaciones, la competitividad y el desarrollo regional.
En su exposición, explica que la informalidad surge cuando los costos de cumplir con las regulaciones legales son superiores a las ganancias que puede generar la actividad económica.
A decir de la investigadora, es resultado de una falla institucional al establecer cargas fiscales y laborales poco competitivas, así como de una falla estructural por desajuste entre la oferta y la demanda laboral, además del bajo nivel educativo y de especialización.
Esta situación —señala la profesora de la FCAV, quien trabaja actualmente en líneas de investigación en desarrollo regional y fomento a la competitividad— genera trabajos informales con empleados vulnerables y no reconocidos por los empleadores, con baja remuneración y condiciones laborales deficientes.
Entre los impactos, dice finalmente, está la reducción de la recaudación fiscal del Estado, que genera el inadecuado funcionamiento de los programas de desarrollo social, lo que al final afecta en la productividad de un país.