Luis Repper Jaramillo
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Mientras en Europa, Rusia, Reino Unido y otras naciones ya están enfrentando y tratando de dominar al Coronavirus con sendas vacunas que costaron dinero, sacrificios humanos, años de investigación, entrando en proceso con voluntarios, hasta con el 95 por ciento de probabilidades de éxito, México (bueno… Andrés Manuel López Obrador, Hugo López Gatell y Jorge Alcocer) fueron exhibidos universalmente por ineficiencia, “valemadrismo”, incapacidad, indiferencia e ineptitud para enfrentar al virus que ya cobra más de 1 millón 155 mil contagios, 123 mil 600 fallecimientos (reales. No en datos oficiales) y 403 mil casos sospechosos.
Y no fue la prensa fifí, la mafia de la información, los periodistas “chayoteros” -como nos califica El Peje- quien lo puso en la mira de vergüenza en el orbe, del hazmerreir internacional, del calificativo “presidente incapaz”, mezquino, falso, engañador. No, fue la mismísima Organización Mundial de la Salud (OMS) perteneciente a la ONU, a través de su Director General Tedros Adhanom, en rueda de prensa transmitida internacionalmente, que lo acusó de “no tomar muy en serio la pandemia”
En su encuentro quincenal con los medios de información, desde Ginebra. Suiza, soltó esta aseveración “México está en mala situación frente a la epidemia que vio duplicar el número de casos y muertes entre mediados y finales de noviembre”.
Ahí están los datos. Lamentablemente nos hemos acostumbrado a adivinar ¿Cuántos muertos habrá hoy? ¿Y los contagios cuántos más? Hemos perdido la capacidad de asombro y entrado a la ruleta de las estadísticas, de las cifras, olvidando que cada guarismo representa una vida humana, un hogar sin padre, madre o hijos. Más huérfanos, viudas y viudos. Una familia desecha, rota en sus aspiraciones a mejores estadios de vida; su futuro truncado.
Mientras en el mundo los países civilizados, desarrollados, están ocupados en combatir el mal, invirtiendo millones de euros y dólares para encontrar la cura, la Transformación de 4ª (léase López Obrador) está sumergido en sus sueños de grandeza y sus obras de relumbrón: Tren Maya, Aeropuerto de Santa Lucía, Refinería Dos Bocas, antes que destinar recursos suficientes para investigación, adquisición de reactivos, protocolos de sanidad efectivos, porque esos no se ve, no puede presumirlos, con el peregrino argumento de su austeridad republicana.
Por eso, Tedros Adhanom, le llamó a “ser serio” pues sabe bien que el tabasqueño desdeñó desde el principio la presencia del virus en México, al presumir que no existía, que era “simple catarrito” que a él lo protegían sus fetiches, estampitas, tréboles de 4 hojas, su “detente”, e inventó su cantaleta “detente enemigo, el corazón de Jesús está conmigo”
Contumaz “engañabobos” en una mañanera se sacó de la manga lo que llamó su escudo protector (contra COVID 19) que es la honestidad (Pio, Arturo, Bartlett, Nahle, etc.) No permitir la corrupción (Ebrard, Eréndira, Napito, Akerman, Delgado, Monreal, Concepción, Ramiro, Carolina, José Ramon, Andrés Manuel, Gonzalo Alfonso, Felipa). Aseguró en la misma reunión de Palacio Nacional que sus detente (estampitas, escapularios, rosarios) se los da la gente y todo lo guarda, ¡porque nunca están demás!… Así combate la T4a el COVID lo que incomodó a la OMS para llamar la atención a López Obrador.
Volviendo a la exhibición mundial a Andrés Manuel, Tedros Adhanom insistió “queremos pedir a México (a López Obrador) que tome muy en serio el azote del virus, porque un líder debe ser modelo en el uso de mascarillas, pues la gente quiere comunicación clara. Si lo que ve en carteles no lo cumplen las autoridades se convierte en confusión”
Sin embargo, como siempre, altanero y minimizando la advertencia del organismo mundial de la salud, reviró desde su atril en el nicho de Palacio, con sus datos y visión enfermiza: “hemos enfrentado la crisis sanitaria de COVID con entrega, “eficacia” y “estrategia no convencional” que han permitido ir saliendo poco a poco de la adversidad” (sic)… Upsss. Sí, Andrés, con 123 mil 600 fallecidos y 1 millón 155 mil contagiados. ¡¡vaya estrategia!! Por eso, por eso te regañaron… ¿No entiendes las razones ni los mensajes directos?
El titular de la OMS para concluir el exhorto, fue contundente “los números en México muestran que las muertes son un problema serio y pedimos al gobierno de ese país (transformación de 4ª) que sea serio… la autoridad debe dar el ejemplo” ¡¡zas!! ¿entendería?
Dos días después del “jalón de orejas”, El Peje mandó a su gato, Hugo López Gatell a sacar la cara por él (no tiene valor para enfrentar la realidad) y hacer una declaración, como siempre torpe, esta vez, cobarde, al decir en su espacio vespertino (como vocero de COVID) en Palacio Nacional que la declaración de Adhanom “no lo dijo a López Obrador, a Jorge Alcocer (secretario de Salud) o a mí… sino a los mexicanos”… timorato, gusano, cobarde.
Su papel como Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, de la T4a y vocero de COVID, era asumir la responsabilidad acusatoria y salir en defensa de los mexicanos que sólo somos víctimas de la incapacidad del sector salud de enfrentar el virus y sobre todo su reacción tardía (4 meses después de declarar la OMS que el Coronavirus se convirtió en Pandemia) A la ligera “se lavó las manos” y buscó responsables de la tragedia que ha enlutado a más de 123 mil 600 familias o al millón 155 mil personas que tienen un pariente, amigo o conocido con el virus en su cuerpo, luchando por su vida en casa u hospital.
De ese tamaño es la irresponsabilidad del gobierno de Morena y su líder Andrés Manuel que no acepta que contradigan “sus datos” con los que increpó a la Organización Mundial de la Salud, cuando todas las evidencias están en su contra.
El gato Gatell, ha jugado un perverso papel en la tragedia mexicana. Sigue sumiso, sin ética, moral, dignidad, profesionalismo, integridad (pese a sus títulos académicos, logros, reconocimientos, diplomas, etc.) ocultando, maquillando, mintiendo sobre las cifras reales de COVID. Así, como responsabilizó a los mexicanos del fracaso contra la pandemia, mantiene indigna posición respecto a López Obrador, como lo hizo a principio del problema cuando dijo que “la fuerza del presidente es moral, no es una fuerza de contagio” cuando sistemáticamente el Peje se negaba a utilizar cubrebocas, no suspender reuniones, realizar giras de trabajo por el país en donde saluda, abraza, besa a sus seguidores. Aun así “el Doctor Muerte” sigue negando que López Obrador sea una persona de riesgo por Coronavirus.
En caso de que Andrés Manuel pueda contagiarse nada pasaría a México, no lo extrañaríamos, nuestro país ha demostrado que funciona solo, como en los sismos de 1985 y 2017, en inundaciones, tragedias naturales, provocadas, imponderables, Motu propio nos organizamos y actuamos. Cuando aparece la “autoridad” todo se descompone, desorganiza lo organizado y ataca a los voluntarios.
López Obrador no es indispensable, podríamos funcionar sin él, sin Morena, sin sus “floreros” de la T4a.
Así como es altanero, irrespetuoso, inmoral contra organismos internacionales, lo es contra mexicanos que no toleramos sus idioteces. ¿Por qué soportar a un tipo fuera de sí, sin personalidad, ni neuronas? Sigue haciendo daño a México, ahora se enfrenta a instancias internacionales por arrogancia, soberbia, torpezas, incultura y enanez.
La OMS sólo quiere el bienestar para los mexicanos, por eso el jalón de orejas a López.
Éste reacciona como camorrero, contestatario, golpeador, insensato.
No merecemos en Palacio Nacional a un hombre sinsentido, irracional, irresponsable
*Miembro de los Grupos Editoriales Digitales radioexpresionmexico.com (REM) y Latitud Megalópolis (LM)