Por: Nazario Assad
En estos tiempos, gracias a la tecnología podemos gozar de una cantidad de ligas y tipos de futbol en vivo inimaginables. Nuestros antepasados sólo les quedaba enterarse mucho tiempo después de los resultados, o si bien les iba, imaginar las acciones de algún juego por la radio y dependiendo de la habilidad de los narradores. A día de hoy, me gustaría citar tres ejemplos de cómo se ha evolucionado el deporte más popular del mundo, tanto como negocio, como deporte, y como experiencia para el aficionado, donde las diferencias son abismales.
Primeramente, vamos al deporte en sí, la esencia sigue siendo la misma, patear un balón y anotar más goles que el rival, pero gracias a personajes como Johan Cruyff, Arrigo Sacchi, Rinus Mitchell, Helenio Herrera, Pep Guardiola, entre otros que han realizado revoluciones y creado nuevas corrientes en el estilo de juego, así como en la concepción del mismo.
Otro aspecto que cambió demasiado con los años es la fisionomía del jugador, en la que ahora el físico lleva un rol clave, siendo la condición física, la capacidad de reacción, y la velocidad en la toma de decisiones parte medular para el éxito del futbolista, ya no solo el talento futbolístico es suficiente, se ha vuelto toda una disciplina atlética.
Todo eso en el plano táctico y de juego, ahora, en el plano de arbitraje se ha ido evolucionando, un poco más lento por la negación a adoptar totalmente la tecnología, pero al menos en los últimos años ya se le ha ido dando un poco de entrada a su uso, permitiendo comunicación entre los árbitros vía micrófonos, chips de detección de gol en los balones, agregar un árbitro más en la línea de gol para apoyar las decisiones del juego, y la última, que es la más justa pero la más polémica, el uso de video para revisar jugadas señaladas erróneamente y cambiar las decisiones dentro del partido.
En segundo lugar, el punto de vista de la experiencia de los aficionados, quienes al final del día son los qué dan la importancia a todo lo que conlleva este deporte al ser los consumidores finales, haciendo que se hagan esfuerzos por brindar siempre mayor variedad de oferta en transmisiones de ligas y torneos tanto a nivel clubes como de selecciones nacionales.
La consecuencia más notoria es que ahora el aficionado al fútbol, sin importar el país de residencia, puede apoyar, ver los juegos sin problemas y sentirse totalmente identificado con equipos que no son de su país, un ejemplo claro es el crecimiento de afición que han tenido Real Madrid y el Barcelona, clubes que han dominado el fútbol en la última década a nivel de títulos continentales, además de creando giras de pretemporada por los distintos continentes del mundo cada año y, por ende, logrando que sus aficionados crecieran exponencialmente.
Por último, el negocio dentro del fútbol, en recientes años, hemos visto como las cantidades dinero invertidas por los clubes en fichajes de jugadores, derechos de transmisión, patrocinios, estadios, y demás se han vuelto exorbitantes, aún y con el próximo ajuste de mercados que se vivirá por la crisis provocada gracias a la pandemia del Covid-19. Jeques árabes, petroleros rusos, empresarios americanos y chinos inmiscuidos que han visto el atractivo de este deporte como negocio y están acaparándolo por completo.
En estos tiempos, todo lo relacionado al futbol se comercializa y se vende, desde licencias de uso de nombre e imagen de los jugadores en videojuegos, hasta accesorios para mascotas con los colores de los clubes, tan altas son las cantidades de dinero que se manejan dentro de este deporte, que el órgano máximo del mismo, la FIFA, se vio inmiscuida en uno de los escándalos de corrupción más grandes de la historia del deporte y el organigrama se tuvo que cambiar casi por completo, sin necesariamente quedar libre de corrupción la organización.
En cuanto a los medios, la forma en la que los medios de comunicación han evolucionado para esto es impresionante, plataformas de Twitter, Facebook, Instagram, entre otras, han añadido inmediatez, se han vuelto otra forma de seguir los partidos, y, además, nos entregan una diversificación de opiniones, tanto de aficionados como periodistas, distintas a las ya conocidas de medios impresos y digitales.
Todos estos cambios han dado cosas tanto buenas como malas, pero es parte de la evolución del deporte, y mientras se mantenga la misma esencia todos seguiremos disfrutando de este gran deporte que nos saca todo tipo de emociones.