por: Nazario Assad
Nosotros como sociedad, nos encontramos en constante evolución en cuanto a pensamiento e ideologías, afortunadamente todo para mejor, o al menos eso es lo que buscamos, intentando tener una sociedad cada vez más equitativa, sin prejuicios a los demás por sus creencias y con las mismas oportunidades para todos.
El ritmo de cambios en ideologías no siempre es el mismo en las personas que en las empresas o instituciones, donde incluso pueden tomar muchos años para que se adapten medidas laborales, a diferencia del aspecto de convivencia social, donde pueden estar ya muy normalizadas.
Una institución que constantemente ha estado bajo la lupa en esto, por su nombre cuyo significado es una ofensa racial hacia los nativos americanos son los Washington Redskins de la NFL, que han enfrentado diversas manifestaciones y solicitudes de cambio de nombre por muchos años ya. Ahora en 2020, a raíz de la situación con la muerte de George Floyd y el movimiento Black Lives Matter, la presión por retirar el mote del equipo de Washington se exponenció, al grado que las marcas patrocinadoras del equipo amenazaron con retirar cualquier tipo de apoyo financiero si no se cambiaba el nombre, logrando que por fin Dan Snyder, dueño del equipo, accediera cambiar el nombre.
Cambiar un nombre en una institución deportiva no es algo sencillo y mucho menos de implicaciones menores, especialmente en el aspecto financiero, ya que, significa decidir cual será de ahora en adelante toda la identidad del equipo para con sus seguidores, cual será su logo de identificación, colores de los uniformes, cómo procederán con el merchandising y el marketing del mismo, etc, todo esto, obviamente sustentado por los diversos estudios de mercado y análisis de distintos expertos en la materia.
Aunado a lo delicado que se vuelve el elegir un nuevo nombre, que sea correcto para la sociedad, atemporal, marketeable etc, tiene que buscarse la disponibilidad del mismo, y ahí es donde la directiva de Washington ha topado con pared, ya que una persona los madrugó, registrando una variedad bastante amplia de nombre sobre los cuales se rumoreaba eran opciones fuertes para ser las elegidas, de modo que si querían alguna de ellas para antes del inicio de temporada, tendrían que comprarle a esta persona el derecho del nombre.
Ante esta eventualidad, y demostrando la dificultad de lo que muchos pudiéramos ver como un cambio sencillo, el día de hoy el equipo de Washington anunció de forma oficial, que, para esta campaña de NFL, se quedarían únicamente como Washington Football Team, manteniendo los colores de uso originales, y cambiando el polémico logo por los números de los jugadores en dorado, postergando así indefinidamente la complicada elección del nuevo nombre y logo para el equipo.
Washington es uno de los equipos más viejos en la historia de la NFL, y esta decisión que tienen ante ellos es probablemente la más complicada que ha tenido Dan Snyder como dueño del equipo, ya que es parte importante para determinar el rumbo que tomará la franquicia en el futuro, donde recién contrataron a un exitoso entrenador para devolverlos a los primeros planos, y que además es de ascendencia hispana como lo es Ron Rivera, que también les está asesorando con todo este tema. Si crear equipos de cero en estos tiempos es complicado para lograr aceptación, reinventar una franquicia que ya tiene muchísima historia lo es aún más.
Si bien los motivos del cambio no fueron por ideología si no por presiones económicas de patrocinadores, es un buen paso adelante importante este cambio de nombre hacia el ritmo actual de la sociedad, solo queda esperar una buena elección del nuevo y pasar página para acostumbrarnos a llamar al equipo de Washington por su nuevo nombre, sin caer en la comodidad de hacerlo por el anterior, ya que a quienes no conocen exactamente el motivo o connotación ofensiva del mismo, se les puede hacer fácil seguirse refiriendo a ellos como Redskins.