Por: Ricardo Gaviño Cárdenas
Tal como se había previsto, el humor social en nuestro país parece descontrolarse cada vez más. El lamentable asesinato de Giovanni López en Jalisco, en manos de unos policías; ha provocado una serie de movilizaciones y protestas violentas, que para mi gusto es el estallido del verdadero sentir de nuestro país. Sin justificar los desmanes y los enfrentamientos con la fuerza pública, nuestro país vive momentos muy complicados y es imperante la unidad de las fuerzas del poder para apoyar a quienes más lo necesitan.
La situación de México no está nada fácil, según datos del INEGI, más de 12,5 millones de mexicanos dejaron de trabajar, es decir, dejaron de ganar dinero. De los cuales, 12,1 eran empleos informales y el resto formales. La población económicamente activa sufrió un derrumbe drástico, de marzo a abril cayó de 55,8 millones de mexicanos a 43,3 millones de mexicanos.
Ahora pasemos a las cifras de salud. Derivado al colapso económico, la jornada de sana distancia llegó a su fin con el objetivo principal de reactivar la economía en el país, siempre y cuando se tomen las medidas necesarias.
En México, según cifras oficiales se han registrado más de 117 mil casos positivos por COVID, enfermedad que lamentablemente ya le cobró la vida a más de 13 mil personas. Y ahora que se está reactivando las actividades poco a poco, se espera a que los números se disparen.
Tomando estos dos factores, los gobiernos se enfrentan a grandes retos. El sentido de la empatía hacia los ciudadanos que dicen representar y la verdadera voluntad de hacer política entre los diferentes partidos o grupos políticos, son la base de una ruta verdadera para afrontar este tsunami que cada vez se ve más cerca.
A pesar de los tristes hechos del día a día, no se ve la sensibilidad de quienes tienen la oportunidad de generar el camino de nuestro pueblo. La polarización se percibe en los medios de comunicación y en las diferentes plataformas. En las mesas políticas se habla más de las próximas elecciones que en la estrategia que debemos trabajar todos juntos.
Se avecinan tiempos cada vez más complicado si no hacemos lo propio. Es responsabilidad de cada uno de nosotros, junto con las autoridades, de enfrentar lo que sin duda es uno de los años más difíciles de México. Y eso, que todavía no llevamos ni la mitad del año.
