Una taza y dos de cultura
Por: Sergio Arévalo
“Pues uno piensa cosas…”
En un concierto, pasando la entrada se encontraba un muchacho estéticamente agradable y si la memoria no me engaña andaba sin camisa con un letrero cargado en una especie de mochila promocionando una marca de cigarros, se acerca a nosotros y Fernando le compra una cajetilla (como algunos sabrán, no permiten meter cajetillas abiertas por lo que muchos no traen al llegar), el muchacho nos mira fijamente y nos pregunta ¿es el único tipo de cigarro que fuman? Uno inocentemente contesta “también blancos”, el chavo para no hacerme ver como sonso me dice con su sonrisa casi perfecta “no, otro tipo” y uno en su mente sucia e impura internamente me dije “¿está diciendo que le fumé su pitillo? ¿se está prostituyendo?” no dije nada y Fer me pidió avanzáramos, resulta que el hombre no estaba promocionando otro tipo de cigarros ni mucho menos ofreciendo sus servicios de compañía, nos estaba ofreciendo mariguana ¡pues es que… uno piensa mal!
Pensamientos negativos son los que en ocasiones se nos viene en la mente cuando no tienes nada que hacer, como dicen las señoras de antes “la madre de todos los vicios es la ociosidad”, uno stalkea a el amigo del novio no cuando estas más ocupada, sino en los lapsus en los que tienes tiempo de hacer todo un análisis de ¿qué? ¿cómo? Y ¿por qué? le dio me encanta a cinco fotografías en las últimas setenta y dos horas, ahora que por cuestiones de salud se nos pide estar en casa, saliendo a lo necesario, pareciera el ocio invade nuestros hogares.
Acceder a redes sociales, enviar mails, mensajes instantáneos, son las tres actividades que más realiza el internauta según datos de la Asociación de Internet.mx en el 2018, interesante será ver los usos durante lo que dure la contingencia y es que aunque algunos amemos las redes, trabajar en casa con la pijama puesta o estar mandando mensajes los ojos se cansan, la espalda pide estar en otra posición que no sea estar acostado o frente a la computadora.
Se ha visto la solidaridad de parte de la iniciativa privada y pública, al liberar paseos virtuales, libros electrónicos, descuentos en compras en línea, pero es cierto que por más que busquemos hacernos de un día ocupado dentro de nuestros nidos, aceptémoslo, llega el aburrimiento, el pensar en cosas no tan positivas o una realidad que uno no se esperaba ¿de qué platicamos con nuestros compañeros de casa? ¿tenemos tema de conversación? Ya sea familiares, familia nuclear o roomies.
Las artes pueden ser nuestras aliadas para esta contingencia, veamos películas en familia o simultáneamente con amigos, platiquemos de qué nos pareció la serie, armemos un rompecabezas de alguna pintura e investiguemos de ella, mostremos a nuestras jóvenes generaciones la música que escuchábamos antes, atrevámonos a ver esas películas que dicen que son de arte o culto, pintemos no solo la cocina ¿por qué no un retrato? desempolvemos ese libro que nos regalaron en el intercambio de navidad de hace dos años con el que nos tomamos foto en Instagram pero no lo hemos tocado desde entonces.
Que quede bloqueado no solamente el ex o amigo toxico en estos momentos , también el aburrirse. Darle tiempo a lo que hacemos de lado en un día cotidiano, que no nos queden duda que vendrán días con más luz para todos. Quitemos las telarañas a la creatividad e imaginación, pensemos más allá del pitillo para no andar pensando mal.
