*Pretender quitar salario mínimo a la jubilación fue mezquino
*La “recomendación” fue de la OCDE, T4a ipso facto acató
Por Luis Repper Jaramillo*
A “recomendación” del Secretario General de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el mexicano José Ángel Gurría, ex Secretario de Hacienda en el sexenio priista de Ernesto Zedillo, el gobierno de la Transformación de 4ª, que regentea Andrés Manuel López Obrador, ipso facto acató la iniciativa de reducir de 25 a 10 salarios mínimos la pensión mensual de más de 3 millones 700 mil jubilados del IMSS, sin realizar antes un análisis profundo, profesional, inteligente sobre el impacto negativo que provocaría a los ex trabajadores robarles 15 minisalarios de su raquítica pensión.
“Como el Borras”, Andrés Manuel, IMSS, T4a, SHCP y la patronal maquinaron “hurtar” la recompensa del jubilado, que durante 25, 30 años o más, prestaron servicios y aportaron sus cuotas para retirarse digna y honradamente a disfrutar holgadamente la última etapa de su vida. Sin embargo un organismo internacional externo (OCDE) malsanamente pasó el tip a la T4a para quitar dinero a las personas en retiro y “no ser una carga al Gobierno”.
Bajo esa premisa, Gurría Treviño, le habló al oído a Andrés Manuel y compinches, para aplicar las consideraciones, que a su parecer, aligeraría la carga financiera y económica del gobierno morenista (en crisis y/o recesión), antes de una reacción popular por la inestabilidad y riesgos para el sexenio lopizta.
José Ángel susurró a la T4a “México debe reducir los beneficios para los trabajadores de la generación de la transición, quienes elijan jubilarse bajo el régimen de la Ley del IMSS de 1973, con una pensión equivalente hasta el 100%, respecto a su salario, pero subsidiado en su mayoría por el Gobierno”
Además, la OCDE, propuso “podría implementarse el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) conforme al cual el límite máximo del salario de referencia para los pensionados debe bajarse de 25 a 10 veces el salario mínimo, reduciéndose así el gasto público” (sic)
Reitero, sin aplicar otros criterios o protocolos en defensa de los más de 3 millones 700 mil jubilados del Seguro Social, López Obrador instruyó a la Corte, “sustentar” el golpe trapero para minimizar la aportación mensual a las personas en retiro, coludiéndose con el IMSS, Hacienda y los patrones… al fin y al cabo (imaginó) ni cuenta se darán. Pero olvidó, ya saben quién, que el salario es sagrado y basamento de una familia para dar calidad de vida a sus descendientes y llegar al final de su vida “pagando” sus propios servicios funerarios.
Sin chistar, pues ya están sumidos y sumisos ante El Peje, la Sala Superior de la Corte, canalizó a la Segunda Sala, maquinar una resolución que permitiera la reducción de 15 veces el salario mínimo a la recompensa de los pensionados bajo el régimen de la Ley del SS de 1997.
Sin embargo, López, Robledo (Dir. Gral. IMSS), la T4a, Herrera y patrones, subestimaron la reacción de jubilados, familiares y la prensa decente, quienes emprendimos acciones para impedir esa atrocidad (robar dinero, oficialmente, al adulto mayor).
Fue tal el rechazo al resolutivo de la Segunda Sala de la Corte, publicado el 24 de enero en el Semanario Judicial de la Federación, que avaló la “sugerencia” de José Ángel Gurría Treviño (OCDE), a la T4ª, que el Consejo Técnico del Instituto Mexicano del Seguro Social, encabezado por su titular, Zoé Robledo Aburto, con la presencia de la Secretaria del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde, del Subsecretario de Salud, Hugo López y de la Oficial Mayor de la SHCP, Thalía Lagunas, por unanimidad ratificó el criterio que establece la Ley del IMSS de 25 salarios mínimos y no 10 para tazar las pensiones a los más de 3 millones 700 mil beneficiados.
¿Por qué el Consejo Técnico del Instituto ratificó lo establecido en su Ley?, porque la Jurisprudencia que otorgó la Sala Superior a la Segunda de la Corte tuvo tesis contradictoria, por lo que informó al titular del Seguro Social, que fuera su Consejo Técnico quien diera el fallo definitivo… Así pues, una vez más la Suprema Corte de Justicia de la Nación no impartió Justicia… por no ser independiente, ni soberana del Poder Ejecutivo y de un organismo internacional.
Acató a pie juntillas una orden de López Obrador, ignorando la razón de ser del Poder Judicial: impartir justicia. ¡¡Qué vergüenza!!
Esta decisión de la Segunda Sala, vamos, de la SCJN, fue un despropósito, una sinrazón, un vil atentado al Derecho Humano de obtener la pensión justa y digna por los años laborables de servicio y cuotas al Seguro Social, en favor del patrón, de la sociedad y para lograr una vejez respetable, dignificante y de auto valoración.
Sin embargo, terceros maquinaron afectar este derecho. Una alevosía de la Corte en contra de la población en retiro; una resolución indigna que había rebajado de un plumazo el número de salarios mínimos para pensión.
Fue también una visión MISERABLE de togados quitar por consigna ingresos respetables después de 25, 30 o más años de servicio y cuotas aportadas al IMSS.
Ya lo dijimos, no le quedó de otra a la T4a, al Consejo Técnico del Instituto y a los patrones que recular y ratificar el criterio sobre salarios mínimos para pensión mensual vigente al 30 de junio de 1997.
Dice un refrán popular “hágase justicia… en los bueyes de mi compadre”.
Con esta conseja quiero exhibir a los burócratas de toga y birrete, quienes en la comodidad de una oficina, en mullido sillón de piel, con séquito de asesores, café, galletas, refrescos, bocadillos, pantallas Led de 70 pulgadas y espacios a todo lujo, deciden sobre las rodillas cuanto debe recibir de pensión un jubilado, por 30 años de servicio.
Sin embargo, este burocratito caro, esconde la verdad de lo que en realidad percibe en el Poder Judicial, pues no sólo cobra su salario, que oscila entre los 388 mil 290 pesos mensuales, hasta 650 mil, si es Presidente de la Corte, más otros privilegios, bonos, cuotas, vales de gasolina, de despensa, tarjeta de crédito con cargo al erario federal, etc.
Disponen para su “trabajo” más de 10 personas quienes le hacen la chamba, él sólo da la cara para leer lo que sus colaboradores investigaron, preguntaron, consultaron y redactaron. Éstos reciben salario de los mexicanos, no les paga el togado. Su salario es íntegro para él ¡¡cómo si lo mereciera!!
Bueno… esto va más allá. Lo anterior refiere a los burócratas del Poder Judicial en activo, los jubilados o pomposamente “en retiro” son otras joyitas que llaman a la ira, al coraje, a la desilusión.
Los Ministros de la Corte jubilados que son burócratas que se cuecen aparte.
Doy tres ejemplos: los expresidentes Genaro Góngora Pimentel. Ministro de 2005 a 2009 y Presidente de la Corte de 1999 a 2003, pasó a retiro en 2009… Bueno, desde su jubilación hasta 2020 ha recibido como pensión anual neta más de 13 millones 310 mil pesos más privilegios, apoyos, aguinaldos, etc.
Su similar en el cargo, Mariano Azuela Guitrón, también jubilado desde 2009, ha recibido misma cantidad de millones de pesos por pensión y prerrogativas.
Olga Sánchez Cordero, no presidió la Corte, pero ejerció durante 20 años el cargo de Ministra. Se retiró (jubiló) en 2015. Como integrante de la Sala Superior, tiene asignada una pensión mensual de 258 mil pesos, más las “extras” que le otorga la Ley del Poder Judicial que son insultantemente gravosas y humillantemente discriminatorias versus un jubilado del IMSS.
Y estos burócratas pretendieron reducir las veces de salario mínimo al obrero por 30 años de trabajo… ¡Insensatos!
Pero la cosa no para ahí… Déjenme les digo.
Una vez que un Ministro o Magistrado del Poder Judicial se jubila los privilegios siguen.
Su Ley, que ellos redactan y aprueban en el Pleno, les da estos derechos: 1.- Además de su insultante pensión, tienen otros apoyos para gastos de alimentación. Ejemplo, si el togado acude a un restaurante con amigos o familiares, la cuenta por lo opípara degustación es pagada con una tarjeta con cargo al erario público.
2.- Siguen teniendo el Seguro de Gastos Médicos Mayores (en particulares) NO acuden a los servicios del ISSSTE aunque sean burócratas caros. 3.- El Estado les proporciona 5 ayudantes (en su casa u oficina personal) pagados con los impuestos de los mexicanos.
4.- (Cuando están en activo) Reciben, créalo o no, anualmente 853 mil 223 pesos como pago por el alto riesgo y ¡complejidad de su trabajo! Sí, apoltronados, pasivos, indiferentes, indolentes y sumidos en la corrupción –ya documentada en medios y Redes Sociales- del Poder Judicial.
5.- Lo más vergonzante. Ya en retiro, si un ex Ministro fallece, su viuda o viudo recibirá pensión vitalicia, equivalente al 50% del sueldo que percibe un Ministro en activo (ya cité esos salarios)
Usted amigo jubilado del IMSS, además de su raquítica pensión, ¿tiene alguno de los beneficios que percibe un Ministro o Magistrado en retiro?… Bueno… pues ellos pretendieron reducir su percepción mensual.
Con esto es muy claro que en México si hay clasismo. El Poder Judicial es elitista y despreciable. Los demás somos moneda de cambio de la Transformación de 4ª para comprar elecciones y conciencias en 2021 y 2024… ¿Verdad Peje?
*Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT) y de Latitud Megalópolis (LM)