Por: Carmen Lucía Munguía Gallegos
En noviembre de 2010, el estado mexicano recibió una sentencia internacional de la Corte Interamericana de Derechos Humanos por el caso de Rodolfo Montiel y Teodoro Cabrera, dos ecologistas campesinos de la sierra de Guerrero que protestaron ante la tala desmedida de árboles por parte de una trasnacional estadounidense y por ello, fueron detenidos y torturados por fuerzas del Ejército Mexicano, en mayo de 1999.
El caso llegó primero a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos con sede en Washington y posteriormente, a la Corte Interamericana de Derechos Humanos en San José de Costa Rica, toda vez que el caso implica violaciones graves a derechos humanos, que México es parte de la Organización de los Estados Americanos, OEA y que ha reconocido la competencia contenciosa de la misma Corte.
Esta sentencia contra el estado mexicano, al igual que las sentencias Alfonso Martín del Campo Dodd, Campo Algodonero, Radilla Pacheco, Mujeres víctimas de tortura sexual en Atenco vs México y el resto que se han ido acumulando a lo largo de los últimos años, es extremadamente vergonzosa, dado que evidencia prácticas nefastas y violatorias a derechos humanos.
Lo peor de todo es que años después y a pesar de esta sentencia por el caso Rodolfo Montiel y Teodoro Cabrera, que vale la pena mencionar, estando en prisión recibieron varios premios por su labor; sucede que a los defensores del medio ambiente ya no sólo se les detiene arbitrariamente, tortura y encarcela; ahora también se les desaparece y asesina, con total impunidad.
Me pregunto ¿Quién lleva la cuenta de ambientalistas silenciados brutalmente en México? El periódico New York Times de forma reciente publicó que Homero Gómez, defensor de mariposas monarcas, es el primero de 2020 ¿Quiénes más siguen? ¿Estamos conscientes que personas como Rodolfo, Teodoro, Homero y tantos más,están defendiendo un interés colectivo? ¿Estamos conscientes que se trata de personas sumamente valiosas que defienden con su vida el planeta en el que vivimos todos los seres humanos? Resulta indignante que personas que tanto bien le hacen al mundo, terminen siendo asesinadas y sus cadáveres abandonados, desvalorizados absolutamente. Quienes defienden el medio ambiente requieren protección especial y esto no es novedad.
Quizás a ciudadanos y ciudadanas de otros países les asombre que en México se asesine a estas personas, pero en este país también, de igual forma, se matan a niñas, niños, adolescentes, jóvenes, mujeres, empresarios, músicos, políticos, ecologistas y la lista continúa… es larga, porque la impunidad reina. Lo que no podemos dejar de lado ante esta situación, es que nos pone en riesgo absolutamente a todas y todos.
Por ello, la invitación es a no normalizar que a los ecologistas los maten, tampoco a las mujeres, ni a las niñas, niños y adolescentes, músicos, empresarios, políticos, a nadie. Se debe respetar la vida e integridad de todas las personas. Mientras tanto, quién sabe que pase con el futuro de las mariposas monarca, hoy les falta su gran defensor.