*”Culiacanazo” desviste la ineptitud de la T4a en seguridad
*”Tropiezo táctico” es igual a pendejada
Por Luis Repper Jaramillo*
Durante 15 días, a partir del 17 de octubre, en que la Transformación de 4a recibió la más humillante, vergonzosa, desastrosa, merecida derrota por parte de Ovidio Guzmán López, “El Chapito”, líder del Cártel de Sinaloa, en un operativo para capturarlo (acción que realizaron), pero por extraña y cómplice decisión, liberaron, sin los procedimientos legales, constitucionales y morales que toda acción oficial debe acatar, los titulares del “gabinetazo” de (in) seguridad Andrés Manuel López Obrador y Alfonso Durazo Montaño, han mentido, engañado, simulado, atentado contra la inteligencia de los mexicanos, al callar la verdad e inventar “razones” para desligarse de su responsabilidad por el fallido resultado, sembrando razonable convencimiento popular de incapacidad, nulidad, incompetencia, complicidad, colusión, miedo del gobierno de López Obrador, protección al delincuente y asesino heredero del “Chapo Guzmán”
Un día sí, y el otro también, López y Durazo mienten y engañan sobre la “verdad histórica” de por qué soltaron a Ovidio, cuando ya lo tenían sometido.
Los argumentos falaces y fantasiosos de López, de que ordenó liberar al capo para evitar derramamiento de sangre inocente (habitantes de Culiacán), cayeron por su propio peso, ante las versiones encontradas entre Andrés Manuel, Alfonso Durazo y Crescencio Sandoval, de que el inquilino de Palacio Nacional “nunca se enteró” del operativo, y en su descargo, Durazo Montaño (en su primera aparición para informar de la acción) decir que fue el tabasqueño quien ordenó “soltarlo”, mostraron descoordinación y nula preparación para atacar al Ovidio y detenerlo.
Fue el titular de la SEDENA, General Sandoval, quien puso la verdad en la mesa, al detallar que hacía más de un mes estaba diseñado el plan oficial para capturar al Junior.
Cobardemente, en vez de encabezar y coordinar personalmente la operación (a distancia desde luego, en el Centro de Mando del gabinetazo de (in) seguridad), prefirió volar a Oaxaca a una gira insulsa, intrascendente. Antes de abordar el avión, en entrevista banquetera, López declaró que sería su gabinetazo que daría toda la información… y se largó.
Mientras volaba, en Culiacán, sus huestes, ejército y guardia nacional, hicieron el ridículo, simulando el asalto a una casa en donde estaba Ovidio, encabezado por elementos de la GN, resguardados y blindados, en dos círculos de seguridad, por elementos militares.
Días después de la vergüenza internacional y ante la insistencia de los reporteros en su mamotreto mañanero, López Obrador respondió –literalmente- “no estaba enterado del operativo”… ¡zaz! Enorme y torpe mentira, pues horas antes había declarado que otra instancia (GS) daría toda la información. Andrés Manuel, desmentía así a su protegido, Alfonso Durazo.
A estas primeras mentiras, le siguieron otras, ignorando, pisoteando el derecho a la información que tenemos los mexicanos. Mientras éstos callaban, los medios de comunicación decentes (no los afines a la T4a) hacían sus trabajo investigando, entrevistando, hurgando, preguntando, rascando.
En tanto el propio Cártel de Sinaloa emitió un Boletín de Prensa, sí, un comunicado a los medios en donde se lee “El Cartel de Sinaloa lamenta profundamente los acontecimientos del jueves 17 de octubre en la ciudad de Culiacán y ofrece una disculpa pública por lo que respecta a nuestra responsabilidad en los hechos”.
En otro párrafo señala, “los acontecimientos se derivaron de la irresponsabilidad de las fuerzas federales quienes menospreciaron el poder de nuestra organización y pretender de manera improvisada detener a nuestro líder, en nuestra casa sin la menor estrategia”.
“Invitamos a las autoridades federales que asuman su responsabilidad, como nosotros estamos asumiendo la nuestra”
Finalmente, el Boletín de Prensa del CDS, señala textualmente “agradecemos al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador que haya ordenado la liberación de Ovidio Guzmán López y le invitamos a que reconsidere mantener en sus puestos (Alfonso Durazo) a quienes de manera irresponsable causaron estos hechos y pusieron en riesgo la vida de gente inocente”
El trabajo periodístico, la obligación de los medios, la ética profesional de quienes escriben para informar a la sociedad, fue vituperado, insultado, menospreciado, agredido por López Obrador, quien acusa, en términos peyorativos “se nos lanzaron con todo. Nos golpearon medios supuestamente independientes, pasquineros, boletineros al servicio del conservadurismo”, Andrés, estás atormentado con el pasado.
No conforme con esta agresión, por difundir la verdad, que la T4a oculta o da a medias, volvió a la carga otro día y pretendió “dar línea” de cómo debe manejarse la información de sus acciones (para ello tiene a Televisa, TV Azteca, La Jornada, Radio Fórmula, Radio Centro, Grupo Imagen: Excélsior, Imagen Radio, Imagen Televisión, Notimex, Canal 11, IMER, etc.) al señalar que en el fallido operativo de Culiacán, los medios “hostiles” no se fueron por la nota, jajajajaja, la logística, el protocolo, la inteligencia, de las fuerzas federales. ¿Cuáles?
Acusó a la prensa de conservadora, que se fue por el fracaso de la acción, la liberación (extra judicial) de Ovidio Guzmán, la movilización, desplazamiento y táctica de los sicarios; del riesgo y peligro en que estuvieron miles de culichis y el retiro de las fuerzas federales. Esta visión real, verdadera, imparcial, creíble y profesional de los periodistas, mereció del Peje una frase indecente, indolente, barata, barbajana, inaceptable e irresponsable, nos dijo: mostraron el cobre.
Yo le respondo por ese insulto. A ver Andrés, ¿quién eres tú para calificar cómo cubrir una nota informativa? No tienes la menor idea –y menos con ese vocero que padeces- de lo que el público quiere saber. Lo que escribimos tiene una responsabilidad social: la de informar, consagrada en los Artículos 6º y 7o Constitucionales, que nos da derecho a ejercer nuestra profesión con ética, objetividad, moral y compromiso para quienes nos leen, ven, escuchan y navegan. Lo que investigamos, observamos, escuchamos, nos dicen, filtran u orientan, lo asimilamos, analizamos, redactamos y emitimos, con el único compromiso de servir a nuestra audiencia.
Para tu conocimiento, los medios decentes (no tus afines) no estamos al servicio de la T4a, jamás. No respondemos al interés personal de políticos incapaces, mentirosos y convenencieros, como tú comprenderás. La nota es la nota, López, poner en riesgo vidas inocentes por desastrosas decisiones en oficina, es atentar contra la tranquilidad y la calidad de vida de la población, que por si no sabes, es un Derecho Humano, del que estás ajeno, por tu intransigencia e incapacidad para gobernar… esto Andrés, aquí y en Macuspana, es la nota.
Tu estrategia, protocolo, logística, operatividad, etc. contra la delincuencia organizada es tu obligación diseñarla, tenerla, para eso cobras, como compromiso para proteger al país de la inseguridad que provoca la Transformación de 4ª, por tu apoyo irrestricto a los delincuentes, por tu “perdón y olvido”, amnistía, al grado de exigir a los militares no agredir a los asesinos “porque también son pueblo… y humanos”, aunque masacren, secuestren, agredan, despojen, a campesinos y pobres de sus tierras.
No vengas ahora, López, con que los periodistas fifís, chayoteros, mafia de la información, pasquineros, somos conservadores, agresores a tu infame administración, somos de cobre, porque no aceptamos lo que tú quieres que se diga o se crea. Te equivocas, lo sucedido en Culiacán fue un rotundo fracaso de tu política de (in) seguridad.
Te lo dijo el vocero de Ovidio Guzmán, en su Comunicado de Prensa, tus acciones en el operativo fueron irresponsables, improvisadas, y lo peor, pusieron en peligro a gente inocente por ausencia total de estrategia. ¿También ese vocero es fifí?
No sé qué le debes a Alfonso Durazo. Te sabe algo muy riesgoso, existe una relación más allá de lo burocrático, o qué, Andrés, porque mantenerlo en el cargo a pesar del fracaso de la política de (in) seguridad por tantos asesinatos, feminicidios, asaltos, robos, secuestros, etc. que remató con el “culiacanazo”… y sigue en su puesto, ¡algo no encaja!
Si para ese inepto, lo de Ovidio Guzmán, no fue fracaso, incapacidad, soberbia o inutilidad, ¿cómo lo calificas tú?, que dañó más tu incapaz gobierno.
En el informe detallado sobre Culiacán, Durazo se atrevió a descalificar el término “operativo fallido”. Tratando de justificar lo injustificable osó convertirlo en “tropiezo táctico”.
Ahora yo corrijo a ese sujeto, lo que hiciste Alfonso, fue una pendejada, vox populi también lo considera. Sólo tu jefe te respalda. Algo traen entre manos. De otra manera no se entiende esa enfermiza obsesión por defenderte.
*Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT) y de Latitud Megalópolis (LM)