TLAHUELILPAN
Por: Claudia Heredia
Tlahuelilpan, en el Estado de Hidalgo, es ahora la noticia y no precisamente por la belleza de su geografía que dicho sea de paso es poseedora de sierras y hermosos cerros, sino por la tragedia de la explosión del ducto de gasolina Tuxpan-Tula cerca del kilómetro 226 donde desafortunadamente el pasado viernes perecieron, según datos oficiales 79 personas, más otras ochenta y tantos heridos.
¿Qué hacía tanta gente en un punto donde se registraba una fuga de combustible? ¿Cómo se puede explicar que una multitud estuviera tras la fuga, queriendo aprovechar la gasolina, sin reparar en el peligro latente?
Estas y muchas otras preguntas surgen, si tomamos en cuenta que alguien en su sano juicio, sabe perfectamente del alto grado de volatilidad del combustible y del riesgo inminente de un estallido.
Pues todo parece indicar que allá “Donde se riegan las tierras” significado en náhuatl que recibe el punto donde ocurrieron los hechos, y ahora da vuelta al mundo pues no lo pensaron. El resto es historia, que quedará grabado en la memoria colectiva. Ojalá hubiera sido otro el motivo y no por el infierno que provocó el incendio donde fallecieron adultos incluso se maneja también que infantes.
La responsabilidad sobre esos hechos habrá que estudiarse con el debido detenimiento, y no a la ligera como quienes osan en lucrar con la tragedia, haciendo señalamientos a diestra y siniestra sin saber esperar a las investigaciones.
Un hecho donde personas perdieron la vida – hay que decirlo- por imprudencia, ambición o vaya usted a saber por necesidad, no obstante esa circunstancia, no deja de ser profundamente lamentable y doloroso. Pero de eso a querer generar condena pública a quien solo cumple con su trabajo de combatir el también denominado “huachicoleo” es tanto no amar a la patria, como quienes pinchan ductos para apropiarse ilegalmente de los hidrocarburos.
El asunto deberá examinarse técnica y jurídicamente a la luz de las circunstancias del caso, por lo que por el momento el Licenciado Andrés Manuel Lopez Obrador, expresó como corresponde en una situación de esta naturaleza sus condolencias ante la población y las familias de las víctimas; el recién nombrado Fiscal General Alejandro Gertz Manero, ha tomado cartas en el asunto y la sociedad empieza a valorar y hacer su propio juicio.
¿Debe detenerse el Plan contra el Robo de Combustible, emprendido sin tregua por el Gobierno Federal? ó ¿Puede cambiar la estrategia o replantearse de tal modo que disminuya el margen de daños y pérdidas humanas? Eso solamente lo saben quienes están a cargo de esta difícil misión de Estado. A los ciudadanos no corresponde más que desarrollar tolerancia y cordura, sin que ponga en riesgo su vida o integridad por un bidón de gasolina.
Así la lucha por recuperar el petróleo, ha comenzado a cobrar precios indeseados, lo que sin duda a la sociedad nos debe hacer reflexionar más no apabullar, poniendo las cosas en su justa dimensión y viendo por el futuro del país que queremos para nuestros hijos. Cada cual deberá hacer lo que le toca.
Por lo pronto, Tlahuelilpan Hidalgo y México está de luto, y con una gran enseñanza de lo que definitivamente no puede volver a ocurrir. ¿Qué la vida no tiene mucho más valor, que todos los galones de combustible que se pudieran hurtar? Por favor eduquemos a nuestros hijos en valores, con una visión de la vida basada en el trabajo honesto, pero sobre todo con un profundo respeto y amor por la Patria.