“Necesitamos crear una Victoria sin hipocresías, el renacimiento de la Victoria que nos imaginamos.”
Eso dije alguna vez con micrófono en mano, corría enero de 2017.
¿A qué me refería? Si se preguntan eso, les contestaría con 10 preguntas:
1.- ¿Nunca se han preguntando por qué en Victoria reina la desigualdad social?
2.- ¿Nunca se han preguntado por qué Victoria tiene un atraso económico de décadas comparada con otras capitales del país?
3.- ¿Nunca se han preguntando por qué Victoria es penosamente top mundial en mediciones de violencia?
4.- ¿Nunca se han preguntando, más allá de su proceso penal, aunque sea por encima, a cuánto ascenderá la fortuna del imputado Hérnandez Flores, y de sus familiares, allegados y prestanombres? En perspectiva: el presupuesto anual para Victoria ronda en los 900 millones de pesos. ¿Andará por ahí, o menos? ¿O, más?
5.- ¿Nunca se han preguntado cuánto dinero se va en materia de publicidad oficial en Victoria, o, dicho de otra manera, qué altísimo porcentaje del dinero de los Victorenses se derrocha entre algunos medios, no solo para hacer inútil propaganda a la administración municipal, sino, peor aún, con dicha práctica enarbolar una marcada censura en los medios locales en relación a los temas más sensibles de Victoria.
Y es que comulgo con lo que dijo el respetable periodista José del Carmen Perales en su cuenta de Twitter, hace algunos días: “Acostumbrémonos, la decisión de Almaraz de reelegirse obligará a muchos medios a ocultar, aún más, la realidad que vivimos y sufrimos los victorenses.
6.- ¿Nunca se han preguntando por qué no somos líderes en materia de transparencia?
7.- ¿Nunca se han preguntado por qué el Alcalde Almaraz no hace pública su declaración 3de3?
8.- ¿Nunca se han preguntado qué diablos está pasando en la COMAPA, por qué entre más aumenta el recibo menos agua hay?
9.- ¿Caray, de verdad nunca se han preguntado por qué Victoria no deja de ser un socavón?
10.- ¿Y si decimos “NO MÁS” a la hipocresía, y damos paso a un renacimiento de la Victoria que nos imaginamos?
Pregúntense, por favor. Hagámoslo por Victoria.
Del Abogado Amigo
Luis Torre Aliyán