Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Expertos de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) anunciaron la investigación de un gen causante de la enfermedad conocida como brucelosis, cuya labor busca contribuir al conocimiento de este padecimiento que se presenta en animales domésticos y a la vez evitar riesgos sanitarios que puedan afectar al ser humano.
El investigador del Cuerpo Académico en Sanidad Animal, Dr. Jorge Alva Pérez, dijo que el trabajo es realizado en coordinación con especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y es financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).
“Estamos trabajando a través de varias técnicas de laboratorio con la intención de conocer el comportamiento de un gen en particular (Brucella melitensis) para determinar qué función tiene el gen y la proteína en la virulencia de la enfermedad”.
“Ya hay resultados parciales de la investigación, que obedece al objetivo de conocer la fisiología de la bacteria, para saber cómo se comporta y determinar cómo combatirlo”, dijo el investigador adscrito a la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UAT.
Indicó que han encontrado que el gen tiene una expresión en la que no hay diferencia al inicio de su crecimiento in vitro, ni al final, y que en apariencia, bajo condiciones óptimas no hay cambios en esta expresión génica.
“Ahora veremos si se expresa en condiciones de estrés intracelular cuando la bacteria es fagocitada por macrófagos que son las células blanco, y entonces ver si favorece la sobrevivencia intracelular de esta bacteria”, añadió.
Sostuvo que en colaboración con la Facultad de Medicina Veterinaria de la UNAM, crearon la proteína recombinante del gen.
“Lo que sigue, es ver cómo la proteína, que es una enzima, tiene la capacidad de hidrolizar ciertos sustratos, o sea el metabolismo de esta enzima, cómo funciona y la caracterización, en qué periodo funciona en la infección intracelular”.
Subrayó que esto les permitiría entender cómo funciona la dinámica de la infección y saber cómo controlarla con métodos mucho más eficaces.
“Que no sean los antibióticos, que sabemos ya no funcionan. Crear mejores vacunas, e incluso saber en qué momento la bacteria se encuentra lo suficientemente débil para ayudar al hospedador a tener una respuesta inmunológica más efectiva, y poder administrar mejores terapéuticos a los animales”, concluyó.