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Soy Ateo, pero Cristiano

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Soy ateo, pero cristiano

Por: Eusebio Ruiz Ruiz.

Semana Santa, un buen momento para hablar de Dios y compartir mi fe con quien nos haga el favor de leer estas líneas.  Distintos autores influyen en los renglones escritos, Juan Arias, Martín Irure, Papa Francisco, John Powell y Leonardo Boff, son algunos ellos.

Todos los que creemos en Dios somos ateos en relación con otros dioses. En este sentido yo también soy ateo, pero cristiano.

Soy ateo y cristiano porque:

? Nunca hago oración a un dios muerto, siempre que lo hago es al Dios vivo, al Resucitado.

? No creo en el dios vencido, creo en el Dios triunfante.

? No creo en el dios vengativo e injusto, creo en el Dios que es perdón y justicia.

? No creo en el dios que me castiga y me manda al infierno, creo en el Dios Amor, Pura Bondad, Pura Generosidad y que es Salvador del hombre.

? No creo en el dios que se resigna ante la injustica y la discriminación, creo en el Dios de la justicia, la verdad, el amor, la paz, la solidaridad, el respeto y la igualdad.

? No creo en el dios del yugo del temor, creo en el Dios que es amor.

? No creo en el dios tétrico del confesionario, creo en el Dios misericordioso que podemos encontrar en el Sacramento de la Reconciliación.

? No creo en el dios que el hombre crea a su conveniencia y capricho, creo en el Dios que crea al hombre a su imagen y semejanza.

? No creo en el dios de la teología de la prosperidad, que nos dice que si somos millonarios entonces estamos bendecidos por Dios; creo en el Dios que bendice a todos, sin importar su nivel socioeconómico.

? No creo en el dios que es transformado por el hombre, creo en el Dios que transforma radicalmente al hombre.

? No creo en el dios que cuando lo visito en su templo me recibe y me despide con una quiniela, creo en el Dios que me recibe y me despide con un saludo amable y una sincera sonrisa.

? No creo en el dios que esclaviza, creo en el Dios que libera.

? No creo en el dios refugio de temerosos y cobardes, creo en el Dios que nos infunde valentía y fortaleza para afrontar los problemas de la vida.

? No creo en el dios evasión, creo en el Dios que nos arroja para afrontar y superar las inseguridades, los miedos, las ignorancias, las injusticias y todo lo que denigra al ser humano.

? No creo en el dios que engendra niños mimados e inútiles, creo en el Dios que engendra adultos maduros.

? No creo en el dios que se goza con los males, como la enfermedad, la violencia, la destrucción, la muerte, los asesinatos y los desastres naturales; creo en el Dios que se regocija en el bien para sus hijos.

? No creo en el dios que causa el mal, creo en el Dios como origen de todo bien.

? No creo en el dios gruñón, amargado, triste, corajudo, aburrido, con cara de funeral y aguafiestas; creo en el Dios alegre, feliz, de buen carácter, que abraza con ternura y que tiene un importante lugar en nuestras fiestas.

? No creo en el dios comerciante, que aprovecha lo sagrado para hacer negocio, creo en el Dios que no niega las necesidades materiales, pero no se esclaviza a ellas.

? No creo en el dios que condena y prohíbe la sexualidad, creo en el Dios que presenta la buena noticia de la actividad sexual orientada, elevada e integrada por el amor.

? No creo en el dios que ve como pecaminosa la relación  sexual, sino en el Dios que quiere esta relación entre un hombre y una mujer, pero que para que esto resulte del todo bien hay que cumplir algunas exigencias: Unión ante Él, exclusividad, estabilidad, fidelidad y fecundidad.

? No creo en el dios opulento que utiliza carros, vestidos y casas ostentosos; creo en el Dios sencillo y austero.

? No creo en el dios amante de la guerra, creo en el Dios de la paz y el bien.

? No creo en el dios individualista y egoísta, creo en el Dios que es comunión, amor y esperanza.

? No creo en el dios etéreo, lejano e indiferente; creo en el Dios persona, cercano, que se interesa por sus hijos y por toda su creación.

? No creo en el dios que nos obligue a dominar, consumir y explotar irracionalmente a la naturaleza, creo en el Dios que nos invita a vivir en armonía con nuestra hermana naturaleza.

? No creo en el dios manipulador de la conciencia, creo en el Dios que respeta y hace libres a las personas.

? No creo en el dios de la división y la enemistad, creo en el Dios que nos hace hermanos, hijos de un mismo Padre y que nos hace expresar “Abbá” (término hebreo que significa: oh querido papito, oh querido papá, querido papaíto, padre mío).

? No creo en el dios que por valorizar tanto el alma desvaloriza el cuerpo; creo en el Dios equilibrado que valoriza la totalidad de la persona.

? No creo en el dios frío y desalmado, creo en el Dios Papá, que me brinda una amorosa Mamá: La Virgen María.

? No creo en el dios pecador, creo en el Dios Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

? No creo en el dios propiedad de una sola religión, creo en el Dios que se da a conocer al hombre sin importar si tiene o no credo religioso.

Termino con unas palabras del padre Mariano de Blas: “el dios que muchos rechazan también yo lo rechazo.  Pero a mi Dios no lo rechaza nadie. Porque nadie rechaza el amor, la felicidad, la plenitud.  Dios es la Plenitud, la Felicidad, porque Dios es el Amor”.