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#YoNoDoyMordida

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Del Abogado Amigo

Luis Torre Aliyán

#YoNoDoyMordida

Casi el 9% del Producto Interno Bruto del país, representa la corrupción. Así lo dictan las evaluaciones del Banco Mundial, Transparencia Mexicana, y otras organizaciones serias que miden el tema.

Se lee rápido, estimado lector, pero, ¿casi el 10% de nuestro PIB? Increíble.

Además, en el último informe que rindió Transparencia Internacional respecto de la percepción de corrupción, se colocó a México hasta la posición número 123 de los 176 países que integran ese ranking de corrupción gubernamental.

Por si fuera poco, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), tiene años poniéndonos como líderes negativos de tan penoso rubro.

Pero, lo peor, es que éste, el más grave de nuestros problemas, no solo detiene el desarrollo económico en las diversas regiones del país, sino que, fortalece la permanencia y crecimiento de la violencia.

Porque aunque teóricamente son temas distintos, encuestas que ha realizado BANXICO a sus directivos de finanzas y especialistas en economía, ponen de manifiesto que la corrupción es el mayor factor que detiene a los empresarios a realizar negocios en México; lo que evidencia que ese lastre, al frenar el desarrollo económico de las ciudades lleva consigo la disminución manifiesta de oportunidades de trabajo, cuestión que naturalmente trasciende de manera directa a la consolidación de la violencia.

Resalto: financieros y economistas colocaron ese factor de freno a la inversión por encima de la inseguridad, impuestos excesivos y mala calidad educativa.

Como usted sabe, estimado lector, no acostumbro a llenar de estadísticas las columnas #DelAbogadoAmigo, pero estimé que hoy era necesario, para que una vez más dimensionemos la magnitud del problema, ya que a veces al estarse volviendo el tema bandera de muchos, y por tanto un tópico frecuente en la prensa, pudiere llegar a diluirse su gravedad por la naturalidad con la que incluso políticos corruptos hablan al respecto.

Así, en virtud de ese largo pero necesario preámbulo, y dentro del marco del esfuerzo de COPARMEX por una homologación del Sistema Nacional Anticorrupción a Tamaulipas, que sea equivalente en el contenido de las Leyes Secundarias y en los estándares alcanzados en la integración de los Comités Ciudadanos, en el Congreso de la Unión, celebro que esté por dar inicio #YoNoDoyMordida.

Esta campaña, que se llevará a cabo en Victoria (y en otras regiones del país, incluyendo el Sur de Tamaulipas), y que nace de la Comisión de Empresarios Jóvenes de COPARMEX, tiene por objeto sensibilizar a los victorenses del impacto negativo que genera la corrupción en nuestras vidas, no solo por la inhibición del aceleramiento económico y la contribución a la violencia, como dije líneas arriba, sino por la cultura de deshonestidad que innegablemente ha regido por tanto tiempo en nuestra sociedad.

En COPARMEX, tenemos claro que para que exista corrupción tiene que haber dos partes: el actor de la sociedad civil y el actor del sector público, y aunque sostenemos (como lo hicimos al publicar nuestra postura frente a la iniciativa ciudadana “3de3”) que las reglas jurídicas para evitar los actos ilícitos deben tener como prioridad la persecución del funcionario que participa en uno –pues es este quien ejerce el recurso público-, esta campaña, tiene como destinatarios tanto a unos como a otros.

Por último, preciso de una vez aunque nos van a escuchar decirlo constantemente: #YoNoDoyMordida no va encaminada a prevenir y combatir solo a la imagen que tradicionalmente asocia la gente cuando escucha la palabra “mordida”, que es la de un agente de tránsito recibiendo una dádiva a cambio de no ejercer su función como el estado de derecho lo regula.

En cambio, va abiertamente encausada contra la “mordida” como actividad administrativa irregular, que se configura sí, con el agente de tránsito, pero que, sin duda, está presente de manera mucho más dañina en hechos ilícitos de mayor alcance, como en los favoritismos contractuales de obra pública y adquisiciones de bienes y servicios por parte de los gobiernos municipales, estatales y federal, en donde la “mordida” se transforma en peligrosas sociedades de complicidad.

“No lo hagas, No lo aceptes, y si lo ves denúncialo”, el lema de la campaña. Los convoco a estar pendientes, y a sumarse.