Por: Nazario Assad de León
Después de once años de ausencia, el Estadio Azteca y la afición mexicana se reencuentran con uno de los deportes que más pasión despierta en el mexicano además del fútbol, el fútbol americano.
Lejano se ve ya ese año 2005 donde 100,000 personas vieron al ahora veterano quarterback Josh McCown lanzar para 385 yardas y ganar con los Cardenales de Arizona a los 49s de San Francisco.
Ahora el escenario es totalmente distinto, ya que se trata de un juego de “Monday Night Football” , y ambos equipos, tanto los Oakland Raiders como los Houston Texans son equipos de playoffs, generando la expectativa y los ingredientes para un muy buen espectáculo.
El mismo Estadio Azteca tuvo que evolucionar para albergar el juego, teniendo une remodelación para cumplir con todos los requisitos se ocupan para recibir un juego de NFL. Ahora tiene menor aforo, pero tiene asientos más modernos y nuevos palcos para disfrutar de los partidos.
Derek Carr y Amari Cooper por un lado, Brock Osweiler y DeAndre Hopkins por el otro, serán las principales figuras ofensivas a seguir en éste partido por ambos equipos.
Será una gran prueba para la afición mexicana, que tiene que hacer ver a la NFL que México merece éstos juegos cada temporada, así como lo hizo la afición europea en Londres, donde cada año hay más juegos de temporada regular.
Estoy seguro que la afición mexicana estará a la altura en comportamiento, ambiente y folklor, mostrando como se vive la NFL aquí, y así como el aficionado se llevará un gran espectáculo de juego, los jugadores se llevarán una experiencia inolvidable de México.
Como pronóstico del juego, creo que los Raiders de Derek Carr seguirán encendidos y se llevarán el triunfo con un 28-17.
El lunes no será un simple Monday Night Football, será Juego de Lunes por la Noche , y la afición mexicana demostrará porqué es, con diferencia, el segundo país en afición a éste gran deporte.