Tlamatinime
Candidata indígena a la presidencia
Por: Eusebio Ruiz Ruiz
Interesante el fruto del Quinto Congreso Nacional Indígena, celebrado en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, los días del 9 al 14 de octubre; este evento fue convocado por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el Congreso Nacional Indígena (CNI), tuvo lugar en las instalaciones del Centro Indígena de Capacitación Integral – Universidad de la Tierra (CIDECI-UNITIERRA).
Fueron 32 comunidades indígenas del País las que acordaron realizar una consulta para postular su candidata a la presidencia de la República en el 2018; aparte de las denuncias gritadas al mundo entero, que se hicieron en el congreso, creo que lo más importante es la decisión de los indígenas por participar en la vida política de México.
Tengamos presente que el Benemérito de las Américas fue indígena, además, hay otros indígenas destacados en el mundo de la política y los derechos humanos, como la guatemalteca Rigoberta Menchú, el ecuatoriano Luis Macas, el peruano Ollanta Humala, el boliviano Evo Morales, el colombiano Floro Tunubalá y la carismática venezolana Nicia Maldonado.
Recordemos que el indígena mexicano, en su mayoría es muy pobre, incluso muchos de ellos son analfabetas, pero no es ignorante, sabe mucho más de Historia, Ciencias Políticas, Astronomía, Filosofía, Botánica y Ecología que los que andamos en los pasillos y aulas de las escuelas. El cronista de los indígenas mexicanos, Fernando Benítez, dijo alguna vez: “al morir un indio, muere con él toda una biblioteca”.
Hay jóvenes indígenas de México que se preparan en cursos académicos sobre liderazgo, impartidos por algunas universidades particulares de nuestro País. Incluso varias mujeres indígenas han participado en foros organizados por la ONU.
Que no nos sorprenda si los indígenas mexicanos demuestran tener mayor capacidad para hacer política y gobernar que los podridos, viciosos y desgastados partidos políticos.
Si el acuerdo logrado en el pasado Congreso Indígena sigue adelante, los indios mexicanos nos pueden dar grandes lecciones prácticas sobre derechos humanos, patriotismo, amor a la “Madre Tierra”, dignidad, política, cultura, valentía, memoria histórica, moral, resistencia, identidad, educación, ciencia empírica, costumbres, fraternidad, unidad, interés por el otro, rebeldía ante las injusticias, ecología, respeto por lo sagrado, civilidad, amor a sus dialectos, servicio, organización social y hasta de filosofía; virtudes, cualidades, características positivas y sabiduría pasadas de moda en el mundo “civilizado”, pero vividas en las comunidades indígenas.
El documento en donde se redacta el acuerdo para luchar por la silla presidencial le han titulado: “QUE RETIEMBLE EN SUS CENTROS LA TIERRA”, en él levantan la voz para denunciar los abusos e injusticias que sufre la población indígena.
En 27 puntos reclaman los atropellos que sufren en su diario vivir. Hablan del despojo de tierras y agua, invasiones, contaminación de los mantos acuíferos, destrucción de la naturaleza, secuestros, asesinatos, encarcelamientos, esclavismos, destrucción de casas y lugares sagrados, compra de conciencias, división y robos.
Orgullosos de su vestimenta y lengua, se manifiestan en contra del desprecio y represión de que son víctimas por su manera de vestir y hablar.
Se quejan del hostigamiento continuo de lo que ellos llaman “los malos gobiernos”, así como de la policía, militares, narcotraficantes y grupos paramilitares.
Los feminicidios y violaciones a las mujeres son otros de los reclamos, además acusan a los partidos políticos de ser los causantes de la corrupción y compra de dignidades.
Las voces de los inconformes han traído como consecuencia amenazas, muerte y cárcel para sus líderes, acusan al Estado de tener actualmente a 17 de ellos secuestrados en diferentes lugares de la República.
No es nada fácil para el indígena mexicano lanzar su candidata a la presidencia, más difícil obtener el triunfo, y más aún el gobernar; su filosofía social, económica y política es claramente izquierdista, antineoliberal, anticapitalista y antimperialista, esto no conviene al vecino país del Norte ni a los que en nuestro País se alimentan del “becerro gordo”, guardando y reproduciendo el “becerro de oro”.
Ya sabemos que en la medida que se acerque el año de las elecciones el PRI, el PAN y el perdedor Manuel López Obrador se van a dar de “sartenazos” cada vez más fuertes, los demás partidos harán el mismo show utilitarista de siempre. Pero ahora puede haber un ingrediente más: Mujer, indígena y candidata independiente, que al menos será la fuerte voz de quienes han sufrido discriminación y represión a lo largo de 524 años.