Un Baile de Centenario
Por Nazario Assad
Bien es conocida frase: “No importa cómo lleguen los equipos, en un clásico, todo puede pasar”. Nunca cómo el pasado sábado se pudo haber ejemplificado esto.
El América llegó tan favorito, que su máxima preocupación fue pedir que quitaran la suspensión de su estrella Rubens Sambueza, para lo que se pronosticaba en el nido como una cómoda victoria en inclusive goleada a las alicaídas Chivas, que llegaban al clásico con un solo triunfo en los últimos nueve enfrentamientos entre ellos.
Un Estadio Azteca pletórico presenció el duelo, en una fresca noche en la Ciudad de México. Local, en el centenario del club, el América sacó su uniforme de gala para la cita, mientras las Chivas para no quedarse atrás, sacaron su embestidura conmemorativa de sus 110 años.
El resultado lo conocemos, 3-0 apabullador, con un solo equipo en el campo, un solo equipo que entendió la magnitud del partido, la intensidad del mismo, y lo que se necesitaba poner para estar a la altura, el partido lo ganaron las Chivas.
Las diferencias o factores clave fueron muy claros durante el partido, Ambriz no respiraba ni sentía el juego, sus dirigidos jamás apretaron ni pusieron la intensidad necesaria, tanto al inicio, como en cualquier momento bajo el marcador para alguna reacción posible.
Por otro lado, el Pelado Almeyda parecía un jugador más, acostumbrado a los clásicos Boca-River en su natal Argentina, supo transmitir y contagiar al plantel de intensidad y ganas de ganar el juego, al grado que dieron simplemente un partido redondo.
Con las contrataciones estelares en la banca, un once titular con seis canteranos, y con un promedio de edad muy bajo, los jóvenes del rebaño dieron un juegazo, comandados por la Chofis Lopez y Michael Perez.
Sumado al “experimentado” Isaac Brizuela que dio su mejor juego en lo que lleva en el club, y un recambio como el Gullit Peña, que terminó de dar la estocada final en el juego, la noche se tornó rojiblanca cuando estaba enmarcada para ser netamente amarilla.
Justo en los días anteriores al juego se cumplieron 20 años del famoso 5-0 que en su momento le costó salir del América a Ricardo Antonio Lavolpe, creo que este resultado también le debería costar el puesto a Nacho Ambriz, ya que las formas no se negocian, aunado a la muy desafortunada rueda de prensa que dio, ninguneando la derrota.
El fútbol da revanchas, muchas veces más temprano que tarde, pero por el momento, la afición está molesta, el América perdió el juego que no podía perder, y de una forma que no podía perder, el americanismo esta muy dolido, y quiere ver rodar cabezas, más concretamente, la de Nacho Ambriz.
Con derrota en el centenario, como local, contra el acérrimo rival, y por goleada, así terminó la noche para el americanismo, con un baile de centenario.
