El líder de Chechenia, Ramzán Kadírov, cuyo mandato al frente de la república norcaucasiana vence el próximo mes de abril, afirmó hoy que acatará cualquier decisión sobre su futuro que adopte el presidente de Rusia, Vladímir Putin.
“Es una decisión que le corresponde al presidente Vladímir Putin. Y yo soy un soldado de infantería que dirá: ‘¡A la orden!'”, dijo Kadírov a la agencia Interfax sobre su permanencia en la jefatura de Chechenia.
El líder chechén, que encabezó la conflictiva república en 2007, con 30 años, destacó que él y su equipo cumplieron, con el apoyo del Gobierno federal, las tareas que se les plantearon.
“Hoy el pueblo chechén siente su unidad con el pueblo ruso y con los otros pueblos de Rusia, y miles de jóvenes (chechenes) resguardan la seguridad de nuestro país”, explicó.
Kadírov ha sido acusado por la oposición rusa de estar implicado en el asesinato frente al Kremlin del líder opositor y ex viceprimer ministro ruso Borís Nemtsov, crimen del que la semana pasada se cumplió un año y que fue recordado con una marcha multitudinaria en Moscú y mítines en numerosas ciudades del país.
También es acusado por la oposición y activistas de derechos humanos de estar detrás de la muerte hace diez años de la periodista de “Nóvaya Gazeta” Anna Politskóvskaya y la activista chechena Natalia Estemírova (2009).
“Sólo molesto a los cómplices del Departamento de Estado (de EEUU)”, dijo el líder chechén, quien recientemente levantó una ola de críticas por calificar a la oposición liberal de “enemigos del pueblo”, acusación esgrimida en su tiempo por el dictador soviético Iósif Stalin para lanzar sus masivas y sangrientas represiones.
Kadírov reiteró su postura frente a “los enemigos de Rusia y sus cómplices” y aseguró que ésta no variará, independientemente del ámbito en que se desempeñe.
“Al mismo tiempo, no quiero que mi nombre suponga, ni siquiera indirectamente, un problema para el presidente de Rusia”, agregó.
El líder chechén subrayó su lealtad a Putin y reiteró que cumplirá cualquier orden que imparta.
“Cuando digo que soy un soldado de infantería de Putin no es palabrería, es mi posición. Esto quiere decir que, permanezca o no en el cargo, soy leal al presidente Vladímir Putin”, dijo.
Según la legislación rusa, el jefe del Kremlin tiene la prerrogativa de nominar a los candidatos a la jefatura de Chechenia, que luego se someten al dictado de la urnas.
Hasta ahora, Putin ha defendido a capa y espada a Kadírov, al que ha elogiado por estabilizar su república, antes el polvorín del Cáucaso, al descabezar a la guerrilla separatista y mejorar el nivel de vida de su pueblo.