Mañana será un día muy importante en la vida institucional de Argentina. Cada 1 de marzo, es costumbre que el presidente de turno del país sudamericano pronuncie un trascendente discurso para inaugurar las sesiones ordinarias del Congreso. En cada ocasión, durante los últimas tres décadas de democracia, los primeros mandatarios argentinos han ido adelantando en cada cita anual, ante los parlamentarios, cómo sería la hoja de ruta de su gestión.
Proyectos, leyes, presupuestos, líneas de acción… Este martes será la primera vez que lo haga Mauricio Macri, quien además de presentar sus principales iniciativas, irá a la Cámara de Diputados con munición gruesa y un guión definido: “la pesada herencia” que le han dejado los Kirchner.
El equipo de asesores de Mauricio Macri dudó varias veces en las últimas semanas sobre los pasos a seguir. Algunos de sus más cercanos colaboradores le recomendaron al presidente argentino “no volver la mirada atrás” cuando hable a los legisladores y al país. Unos querían que transmita una señal de futuro, sin resentimientos hacia la anterior gestión. Otros, en cambio, defendieron la idea de que los argentinos tienen el derecho de conocer los puntos más oscuros que ha dejado al nuevo Gobierno el legado kirchnerista.
El presidente argentino, finalmente, se ha decantado por esta última opción. Un tercio de sus palabras irán dirigidas a desmenuzar el despilfarro y los puntos más oscuros de la gestión del matrimonio Kirchner tras 12 años de Gobierno. Según recogen los medios argentinos, el ingeniero Macri vaciló durante los últimos días sobre si era necesario o no optar por este camino. Finalmente lo hará.
Lejos de los extensísimos discursos de Cristina Fernández de Kirchner, que en cada inauguración de las sesiones ordinarias del Congreso se mantenía durante horas en el atril, la exposición de Macri no durará más 45 minutos.
En la primera parte de su ponencia abordará los ejes claves de gestión económica. Anunciaría la ampliación del programa de Asignación Universal por Hijo para los autónomos, y el descuento del IVA para los beneficiarios de planes sociales.
También la reforma política para incluir la votación electrónica, los lineamientos generales de la reforma judicial que busca impulsar y un plan ambicioso de infraestructuras para las provincias. En el temario también se referiría a un tema muy polémico: la oferta económica para los denominados “fondos buitre” (acreedores de bonos argentinos), entre otros aspectos.
Para muchos, el morbo llegará en el tramo final. Allí Macri ‘apuntará’ hacia la figura de Cristina Kirchner, quien por estas horas descansa en la Patagonia argentina, tras haber abandonado la Casa Rosada de Buenos Aires en diciembre pasado. El autor intelectual del discurso de Macri es Marcos Peña, su jefe de gabinete y una de las figuras jóvenes y nuevas que han asomado con más fuerza en la escena política argentina. Sin alejarse del guión original desde que Macri asumió como presidente (combatir la pobreza y el narcotráfico, y unir a los argentinos) Macri brindará al menos algunos detalles de lo que se ha encontrado.
Ya hubo indicios al respecto en las últimas semanas… Cristina Kirchner le ha dejado, por ejemplo, una deuda de 400 millones de dólares de teléfono. Pero eso resulta anecdótico si se tiene en cuenta que la gestión de Cristina Kirchner ha sido una de las más turbulentas desde la llegada de la democracia en los ochenta. La expresidenta argentina y su equipo de colaboradores acumulan más de 745 causas judiciales. Todo un triste récord…
