Home Tamaulipas Ciudad Victoria Cárdenas del Avellano habla

Cárdenas del Avellano habla

0

¡Claro que gano!

+ Con cifras de encuestas (contratadas por empresas de la Iniciativa Privada) así lo cree
+ Claridoso, como siempre ha sido, habla del proceso selectivo priista
+ Cuidado con el enemigo, advierte, porque el escenario luce cerrado

Por Juan Emiliano Sánchez A.

En tres ocasiones, Enrique Cárdenas del Avellano ha participado en procesos electorales y ganado, por veredicto ciudadano: la alcaldía de Victoria y dos diputaciones federales, por lo que nadie, en su sano juicio, puede negar su empatía con la sociedad; pero tampoco la experiencia administrativa que tiene ni su oficio político, pues ya fue secretario de Desarrollo Rural; y dirigente del Comité Directivo Estatal (CDE) del PRI.

Además se involucró en otra contienda interpartidista, con miras a la candidatura gubernamental, como ahora lo hace.

Ha recorrido en los últimos meses y hasta en varias ocasiones los 43 municipios de la geografía tamaulipeca; sostenido encuentros en el centro del país, con la clase política priista y acá, en la comarca, con la estructura tricolor, abordando en tema sucesorio, por supuesto.

–¿Esto lo motiva a buscar la candidatura gubernamental, aunque en la encuesta de Berumen y Asociados no aparezca? –le preguntó al iniciar la entrevista.

–No sé de dónde habrán sacado esa medición. Yo tengo las mías (que muestra al momento), elaboradas con metodología como puedes ver, con profesionalismo. Y en ellas figuro en los primeros lugares, así que no me complico y sigo jugando, hasta que determine la Asamblea de Delegados el nombre del candidato.

–¿Se siente en desventaja?

–Para nada. Lo único que pido es piso parejo; que dejen hacer su chamba a los delegados, sin presiones…
–¿Usted ha sostenido encuentros con algunos de ellos?

–Soy amigo de muchos. No a partir de ahora, sino desde hace ya varios años, porque mi actividad política la he ejercido en el estado.

–O sea ¿no se considera extraterrestre?, en el buen sentido de la palabra…

–He sido muy claro: soy tamaulipeco y vivo aquí en Tamaulipas.

–¿Su comentario lleva dedicatoria?

–No. Sólo respondo a tu pregunta. Para mí todos los aspirantes a la candidatura merecen respeto; algunos por su trabajo se han alejado determinado tiempo del terruño, pero eso, es problema de cada quien.

–Las encuestas que lo favorecen, ¿por qué no las ha publicado?

–No hay necesidad, son de consumo particular…

–¿Quién las financió?

–La Iniciativa Privada, por eso asumí el compromiso de no buscar la candidatura si me resultaran desfavorables, pero los parámetros me dan la razón y por eso sigo convencido de ser la mejor opción priista.

–¿Ha hecho amarres en la cúpula del poder?

–He manifestado libremente mi pretensión y es aceptada, porque, ahora, la contienda constitucional sería más cerrada por el interés que Tamaulipas representa en el desarrollo nacional.

–¿Lo dice por la exploración, explotación y desarrollo energético?

–Es uno de sus atractivos, pero hay otros como son la agricultura y ganadería, la pesca, los cruces fronterizos, la inversión extranjera y local.

–¿Y qué me dice del descontento social por la inseguridad, que a diario nos azota; la homologación, en la frontera, del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el desempleo?

–Cuando en el Palacio Legislativo de San Lázaro se propuso que para la frontera, el IVA pasara del 10 al 16 por ciento, me abstuve. Ahí está la minuta legislativa que no admite lugar a dudas.

–Marco Antonio Bernal Gutiérrez votó a favor, ¿verdad?

–Tú lo has dicho. Y seguramente, también lo saben quienes viven allá en los diez municipios vecinos a la Unión Americana.

Diálogo abierto

La entrevista con Enrique Cárdenas del Avellano tuvo lugar en su oficina, instalada en la planta alta de la ORT –empresa suya–, apenas días después de sesionar el Consejo Político Estatal (CPE) priista, allá en el polyforum ‘Dr. Rodolfo Torre Cantú’, por lo que le cuestioné:

–Llegó con porra…

–No, yo no llevé a nadie. Y si hubo expresiones a mi favor, fueron espontáneas…

–¿Se habrá irritado por eso el dirigente nacional priista?

–Tampoco lo creo, pues Manlio (Fabio Beltrones Rivera) es gente que conoce mucho de política como el gobernador Egidio Torre Cantú y buena parte de los personajes que se dieron cita.

Antes de cruzar el umbral Enrique contestó a todas y cada una de las preguntas de los reporteros, mostrando documentos que avalan:

a) No tener antecedentes penales ni relación con la delincuencia;
b) Su declaración patrimonial;
c) Ser residente tamaulipeco;
d) Estar limpio de cualquier vicio inherente a productos tóxicos (el antidoping en llaman en la jerga policiaca); y
e) Mantenerse en completa salud física y mental.

De ahí que haya convocado a sus pares en la contienda partidista a exhibir públicamente lo mismo, sin que hasta ahora nadie atienda su invitación, aun cuando es requisito de los aspirantes pasar al menos la mitad de esos exámenes.

Le inquiero al respecto:

–En Tamaulipas, Usted se ha beneficiado… –y sin dejar terminar, obviamente el cuestionamiento, responde a botepronto:

–¿De qué o por qué? Búsquenle.

–¿Tan seguro está de no tener cola que le pisen?

–¡Claro, soy transparente! o dime si hay pruebas que me inculpen en algún ilícito.

–Dicen que ¿cómo es posible que tenga negocios si Usted nunca ha trabajado?

Estalla en risa, pero así recula:

–Desde hace muchos años soy empresario; doy empleo a mucha gente, e invierto aquí, en Tamaulipas. No con la capacidad económica de otros, pero sí le genero recursos a la entidad.

–¿Aguanta una auditoría?

–Las que quieran.

Contienda limpia

La incursión de Alejandro Etienne Llano (en esta contienda priista para designar candidato a la gubernatura), tampoco le preocupa al ex alcalde de Victoria, quien lo considera su amigo, “porque fue (Alex) un cumplido secretario del ayuntamiento; y es camarada de toda la vida”.

Para Enrique él tiene tanta valía como los otros aspirantes.

–Son once, le aclaro.

–¿Tantos? –se admira alzando la ceja.

–Más los que se acumulen en la semana –respondo.

Y enseguida le inquiero:

–¿Hasta dónde juegan los grupos de interés que desde ahora se disputan la candidatura presidencial del 2018?

–Todo a su tiempo. Lo que creo, es que en este proceso quien la decisión tiene en sus manos es el presidente Enrique Peña Nieto.

–¿Por eso usted se reunió con el ex mandatario Carlos Salinas de Gortari, quien es considerado el padrino del señor de Los Pinos?

–No hay que olvidar que él fue uno de los mejores presidentes de México; y en nuestro encuentro solamente dialogamos sobre diversos temas que deben atenderse para encauzar el desarrollo nacional.

–¿Le pidió que lo apoyara en su búsqueda de la candidatura?

–Hablamos de todo.

–¿Aun cuando se evidencian dados cargados en este proceso?

–No sé si los hay, pero insisto en que el piso debe estar parejo.

–Usted solicitó, públicamente, que se atendiera el método de una elección directa, popularmente conocida como consulta a la base. Sin embargo, el presidente del CEN decidió que el procedimiento fuera la Convención de Delegados. ¿En qué le afectaría?

–En nada, siempre y cuando el procedimiento resulte limpio y los aspirantes (todos) recibamos un mismo trato y atendamos también las mismas reglas.

–¿Ello le daría garantías de salir airoso?

–Al menos mostraría mayor apertura democrática.

–¿Juego limpio?

–Así debe ser.

–¿Por necesidad del sistema?

–Y de mi partido, el PRI.

No me voy

Ante la pregunta incómoda de que, al no ser él quien logre la tan codiciada nominación hay posibilidades de que juegue por otra opción política (entrañando una alianza), Enrique Cárdenas del Avellano dice que no está en su agenda.

“Soy priista por convicción y acataré sin chistar la decisión que se tome en la Convención de Delegados”, dice.

–¿Pese a que ésta no le favorezca? –insisto.

–A su debido tiempo haré público mi posicionamiento.

Sin embargo, le digo, se percibe su eliminación y por consiguiente un apoyo mediático a favor de Alejandro Etienne Llano –para sacar de la jugada, también, a Baltazar Hinojosa Ochoa y Marco Antonio Bernal Gutiérrez antes de concluir el 2015– , quien (ya) se placea por todo el estado, dejando en claro que es el proyecto sucesorio del mandatario en funciones.

Así se aprecia en los mentideros políticos.

–¿Su opinión al respecto? –inquiero a Cárdenas del Avellano.

–Es un buen muchacho, pero no hay nada para nadie, todavía.

–Debo entender, entonces, ¿qué usted aún tiene posibilidades?

–Igual que todos.

–¿Le ganaría en una contienda constitucional al gallo albiceleste?

–No tengo dudas.

–¿En qué basa su apreciación?

–Les he ganado en tres contiendas. Una estatal y otras dos, federales.
Y que conste, no miente.

Respecto a ésas debe recordarse que Enrique refrendó al priismo como la primera fuerza política en la capital tamaulipeca, en una justa, que, Acción Nacional, daba por ganada; y años más tarde en base a la alta votación priísta resultó diputado local, lo que le valió ser nombrado presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso estatal.

Luego en 2006, por la votación registrada en urnas se convirtió en diputado federal; y en 2012, fue uno de los dos candidatos priistas que ganaron la contienda, cuando acá en Tamaulipas se perdió la elección presidencial, seis de los distritos y los dos escaños senatoriales.

¿Lo recuerda?
Corolario

Hay cuestionamientos que se quedaron sin consignar, así que, en lo sucesivo, daré cuenta de ellos, por lo que ahora cierro la entrevista,  preguntándome ¿hasta cuándo jugará Enrique, cuando se observa un embate oficialista en su contra?

¡Vaya, juego tenebroso!

De cualquier manera, Cárdenas del Avellano seguro se muestra, en esta lid interpartidista, al establecer que le ganaría a cualquiera.