FACTOR ENTRE DOS
Por: José Efraín Caballero Sevilla
La importancia de la celebración del día de muertos
El tradicional día de muertos es una de las fechas cívicas conmemorativas que le dan identidad al pueblo mexicano, es la ocasión para recordar a los seres que han partido al eterno oriente y se encuentran en sueños que creemos serán temporales.
Las festividades se remontan a la época prehispánica y eran presididas por el dios Mictecacihuatl, conocido como la “Dama de la muerte” que actualmente corresponde con “la Catrina” y caía en el noveno mes del calendario solar azteca cerca del mes de agosto.
Por su significado histórico y cultural además de las diversas manifestaciones en nuestra literatura, música, comida, tradición y sus llamativos colores que paradójicamente le dan vida, es considerado desde el 2003 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (UNESCO) como patrimonio de la humanidad en su modalidad cultural inmaterial.
Nuestra celebración, aunque no es la única en el mundo es singular ya que existen otras festividades que son en distintas fechas, podemos enumerar por su importancia la que se lleva a cabo en China que es los días 5 y 9 de abril que en el calendario Chino es el séptimo mes llamado el mes “fantasma” cuando los difuntos salen a reencontrarse con su familia.
En Inglaterra, Escocia e Irlanda se conmemora el “Samhain” festividad que significa el final de la cosecha y es el 31 de octubre cuando los Celtas se preparaban para recibir a los espíritus de sus antepasados encendiendo hogueras y ya sabe, en Estados Unidos el influyente Halloween que en nuestro país dada la vecindad con el país del norte se está adoptando como una tradición que como fenómeno se da en un mestizaje cultural que cada vez toma mayores adeptos.
Esta fecha nos sirve de pauta para honrar a nuestros ancestros de los cuales tenemos un legado histórico, desde nuestro núcleo familiar ya que gozamos de una herencia genética y es el triunfo de la vida sobre la muerte, la continuidad de características físicas que han prevalecido una sobre otra como parte de la selección natural.
Los Fenicios y Cartagineses enterraban a sus difuntos en sarcófagos antropomorfos, a manera simbólica de perpetuar su imagen, una perpetuidad que va mas allá de la muerte y sigue vive en la genética de su simiente, es por ello que en la actualidad se respeta y celebra ese ciclo del renacimiento, que es el trasfondo de la muerte.
Cabe hacer mención que la muerte es tan necesaria para la vida, es el mecanismo de la naturaleza para perfeccionar la creación, donde las generaciones se van fortaleciendo, por eso se le celebra; Igualmente en sentido espiritual tenemos que morir para vivir, debemos matar nuestros egos, nuestras imperfecciones para renacer a un nuevo ser.
No debe sufrir o angustiarse por la partida de un ser querido, porque indudablemente, sigue viviendo en condiciones mejores según la teoría de la evolución, recuerde con cariño a quienes han partido y celébreles como a ellos les gustaría.
Aplicando esta filosofía a nuestra realidad actual, celebramos la muerte de un sistema que se esta yendo, el nacimiento de una nueva era donde la información se abre paso a los personajes de la generación del atraco que cada vez tienen menos cabida y quedan exhibidos, lo que en otras épocas no sucedía.
El desgaste y en consecuencia el deceso de un sistema que da lugar a un continuo renacimiento en el perfeccionamiento de la democracia donde aparecen figuras como el candidato independiente, el fiscal anticorrupción, la partida de figuras políticas y empresariales que no podían ser eternas, es el momento de una nueva generación.
Por todo ello se celebra este día, amigo lector le comparto esta frase:
La vida es muy corta y lo que tengamos que hacer, lo debemos hacer ahora. (Audre Lorde)
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