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El presidente
del Instituto Político Empresarial en Nuevo León, Víctor David Guerrero afirma
que las declaraciones del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump han
sido realizadas sin conocer los verdaderos planes de expansión de las compañías
norteamericanas en México.
A
pesar de las amenazas del ahora presidente de los Estados Unidos, Donald Trump,
la relación comercial entre México y la Unión Americana no cambiará, y de ser
así, esta coyuntura podría representar una serie de oportunidades para los
empresarios mexicanos.
Lo
anterior, aseguró el presidente del Instituto Político Empresarial en Nuevo
León, Víctor David Guerrero Reséndiz, quien afirmó hasta el momento sólo se han
manifestado señales que indican que difícilmente cambiarán las condiciones
comerciales entre ambos países de la forma en que lo ha expresado, el
presidente electo de los Estados Unidos.
Mencionó
que si la economía en Estados Unidos crece al 4.0 por ciento y reduce
impuestos, requerirá manufactura interna de inmigrantes o cercana, de México,
pues abandonaría de inmediato su categoría de nación industrial para pasar a
ser de servicios.
“Tenemos
enfrente el reto de buscar el consumo nacional, el buscar producir productos de
mejor calidad, el poder transportar mejor mercancía hacia otros países, Estados
Unidos no lo es todo”,
“De
lo que dijo a lo que va hacer va haber mucha diferencia, de lo que dijo en
campaña a lo que va a hacer gobernando va a ser distinto, hay contrapeso en los
tres poderes”, agregó.
Indicó
que la supuesta cancelación del traslado de empleos a Santa Catarina, Nuevo
León provenientes de Estados Unidos, no fue más que una versión que manifestó
Trump ante la opinión pública, ignorando los verdaderos planes de expansión de
la empresa Carrier.
Ya
que aclaró que los más de mil 300 empleos que serán abiertos en Santa Catarina,
Nuevo León, son para la fabricación de aires acondicionados, mientras existe
otro proyecto de dicha compañía para la fabricación de hornos en Indiana.
Pues
mientras la mencionada compañía paga en Indiana paga 30 dólares por hora a sus
trabajadores, en la planta de Santa Catarina la paga es de tres doláres.
“Cuestionamos que es muy diferente a lo que dijo
en campaña, para ganar votos dicen una cosa y para realizar realmente la labor
de gobierno se tiene que pensar adecuadamente y evaluar las condiciones, de lo
que se dice a lo que se hace hay mucha diferencia”, expresó Guerrero Reséndiz.
